SÁNCHEZ, ¿ALGUIEN ESPERABA MÁS?
Entrevista de Mariano Rajoy con Pedro Sánchez al día
siguiente del pucherazo catalán. Donde dije digo digo diego, ¿o es que alguien
esperaba de Sánchez que le durara mucho la cordura?. Que va, Sánchez es esclavo
de su mediocridad, de su falta de consistencia y de su ausencia de proyecto
para España. El proyecto de Sánchez se concreta en recorrer el camino que
conduce a Moncloa aunque para ello tenga
que vender a su propia progenitora.
Sánchez no entiende el problema catalán; él oye lo que le
cuenta ese irrisorio payaso que tiene al frente de los socialistas catalanes y
con ello se monta su circo. Sánchez no sabe que para dialogar al menos hacen
falta dos personas y que en el caso de Cataluña a Puigdemont lo tienen cogido
por los huevos los de las CUP y no se le permite dialogar con nadie y por nada
que no sea abrir camino a la independencia. Sánchez no sabe tampoco que a pesar
de las buenas intenciones de la Vicepresidenta en su ánimo de dialogar con
Junqueras, el republicano tampoco quiere salirse del guión porque espera, si no
acaba inhabilitado, recoger el fruto en las próximas elecciones autonómicas
donde los herederos de Pujol y Mas pasarán a la historia y en el otro extremo
son muchos a repartir.
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"Per una Catalunya millor en una Espanya diferent", ya apuntaba maneras |
Sánchez no ha tenido unas palabras de aliento para los
Cuerpos de Seguridad del Estado y mucho menos una de condena para los traidores
responsables de los Mossos. Sí en cambio ataca al Gobierno por las cargas
policiales cuando es público y notorio que la actuación de la Policía Nacional
fue en su propia defensa del acoso de los revolucionarios independentistas.
Sánchez se cree las mentiras del consejero de gobernación cuando habla de
ochocientos heridos del enfrentamiento con la policía, así como si todos
hubieran pasado de uno en uno por el control de billetes del metro.
Sánchez está jugando al poker y no sabe con qué carta
quedarse. Vamos, que si alguien lo califica de “tahúr del Missisipi” como ya
hicieron con Suárez, nos partiríamos de la risa. Por su izquierda tiene un dragón con coleta
que está por derribar el Estado creado en 1978 y de paso fagocitar a un PSOE
que hace tiempo perdió la brújula. Por otro tiene a un centro derecha que
aunque dividido puede con poco más alcanzar la mayoría suficiente para
obstaculizar su llegada a la Moncloa. Ante la duda, un día sale por peteneras
hablando de las naciones de España, Cataluña, País Vasco , Galicia y El Bonillo; otro día deja de apoyar
en el Congreso al Gobierno de España en su lucha contra el secesionismo
catalán, con gran alborozo y alegría de Rufián y Cía.
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Los ciervos de los jardines de Moncloa le nublan la vista |
Diálogo, diálogo, pero ¿con quién y para qué?, ¿para dar más
dinero a los catalanes que tienen los hospitales bajo mínimos y en cambio sus
embajadas con tanto lujo como las de Qatar?.¿ Para hacer de España un Estado
federal cuando la mayoría de los estados federados en Europa no tienen ni de lejos la autonomía de que gozan las CCAA en España?. Diálogo, diálogo y más
diálogo, es el mantra que se repite
continuamente ante la ausencia de ideas claras con las que combatir el problema
catalán, que Pujol creó y González, Aznar y Zapatero alimentaron.
Puigdemont va a declarar la independencia, sin duda alguna. Mientras,
Sánchez se pondrá de lado y buscará
sacar rédito político de la actuación del Gobierno, sea la que sea, porque a
Sánchez debe importarle muy poco la solución del problema; él lo que desea es
que éste se lo den solucionado por si algún día llega a Moncloa no verse
obligado a tener que tomas decisiones para las que no está cualificado ni moral
ni intelectualmente. Sánchez “no sabe dónde poner el huevo”, pero lo grave es
que creo que Rajoy tampoco. Esta semana lo veremos.
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