“ESCORIA”, “NEGRO TRAIDOR”
“Escoria” o “negro traidor” son algunos de los insultos de
que ha sido objeto el Concejal de Ganemos en el Ayuntamiento de Albacete,
Héctor García Valenzuela, un ingeniero dominicano que llegó a España hace una
década para cursar un Máster de Cooperación y Desarrollo y que ha echado raíces
en nuestro país, creando una familia y promoviendo
la formación de Ganemos Albacete de la que es representante en el Consistorio
desde las últimas elecciones municipales.
La lista de insultos continúa entre otros con:“Aupado por la
IZQUIERDA que odia todo lo español, nos traen extranjeros para decirnos como
debemos comportarnos los albaceteños” o “NEGRO SINVERGÜENZA que vive a cuerpo
de rey acoplado al sistema, mientras mi familia de Albacete por generaciones
pasa hambre y necesidades” o “NEGRO TRAIDOR a España, ROJO, ANTIESPAÑOL, vividor PROGRETA, que obliga a albaceteños a vivir como él
piensa, promueve persecución de albaceteños”
El perfil de twitter desde donde parten los ataques e insultos
es uno denominado @BioRural, recientemente desaparecido, seguramente a raíz de
la denuncia presentada en la Comisaría albaceteña por el Concejal Héctor
García. Hoy lo más fácil de este mundo
es abrir una cuenta en twitter amparada en el anonimato y a través de ella
ponerse a insultar a troche y moche sin el menor respeto a la dignidad de las
personas, sin reparar en los daños que ello pueda causar y eso así, escondidos tras el nombre supuesto, sin dar
la cara, haciendo de la cobardía una herramienta para trasmitir el odio que les
corroe por dentro.
Lo del Concejal Héctor García, dentro de la gravedad del
caso, es uno de tantos como desgraciadamente pueden verse a diario en la red.
Entiendo que haya gente que no comulgue con la ideología de Héctor; que no sea
capaz de digerir el éxito de esta persona frente al fracaso de muchos españoles
de nacimiento; entiendo que la gente
manifieste su disconformidad con el personaje público y sus actuaciones, pero
lo que no entenderé nunca es que escondidos tras un seudónimo o personalidad
supuesta se haga escarnio de quién no ha hecho más que aprovechar de la mejor
manera las oportunidades que la vida le
dio, como tantos otros muchos residentes en España o españoles residentes en el
extranjero. He coincidido con Héctor en algunas tertulias televisivas y
reconozco que mi opinión sobre él ha ido
evolucionando positivamente a medida que lo he ido conociendo y tratando.
Reparamos en los apoyos institucionales recibidos por el
Concejal, IU Castilla La Mancha o Ganemos Albacete y echamos otros de menos. Puede
verse también que muchos de los que le
apoyan en la red caen en los mismos pecados de quienes le insultaron. Véase si
no algunos de los comentarios publicados al respecto en “Periódico CLM” del
grupo “Público” del 15 de mayo:
CONTRAtooo: adelante camarada…hasta la victoria
siempre contra esta gentuza cristomonarca que masacró Hispano América…cobardes
españolistas de M…
MANNIX: Estos son la sucursal española del
Ku Klus Klan, solo les faltan las túnicas y las caperuzas, después un árbol y
la soga, “valientes mamarrachos”
KARLOS: “Grandes demócratas” del
extremo-centro-fascio en las tierras que recorrieron Don Quijote y Sancho,
parece que siguen estando en el Medievo(parece no, están).
Miguel001: Tolerancia cero con el nazismo, por
tanto, el racismo, el odio y la xenofobia.
Martín Roldán: Veremos si los guardias de la
policía y fiscales son tan eficaces cuando se trata de injurias de rojos a
derechones.
Elric of Meiniboné: Al tal @biorural no le pasará nada,
no se mete ni con Franco, ni la guardia civil ni los toros.
Kikirra Bidasoa: Aunque desde el anonimato, se nota
que es un Guardia civil.
Rubio: Sabemos del signo político de los
que insultan, los del brazo en alto, algunos de ellos en el PP.
Anarkía: Seguro que no pondrán el mismo entusiasmo
para detenerlos que pusieron con Zapata u otros.
Serpa: ¿traidor? … se ve que el insultador
es un PPardillo.
Astaroth Prometeus: Un fascista diciendo que su familia
pasa hambre. Valiente hijo de la gran puta.
“La tierra no pertenece a nadie, salvo al viento” (Zapatero
dixit). Al odio le ocurre lo mismo. Ciertamente los vientos de odio se siembran
y en ello Zapatero tuvo mucho que ver,
porque nunca el odio había alcanzado cotas tan elevadas hasta el punto
de hacer que los españoles pensemos más en el pasado que en el futuro y
queramos hacer de causas trasnochadas el
objetivo primordial de nuestra lucha diaria. El odio no es de nadie, es de
quién lo siente y lo pone en práctica, no es de derechas ni de izquierdas, no
es de ricos ni de pobres, no es de inteligentes ni de estúpidos, es de todos y
de ninguno.
Siento pena por esta sociedad que hemos creado o estamos
ayudando a crear. El caso del Concejal Héctor García nos lleva a contemplar los
dos extremos donde el odio se mueve y se refugia y desde aquí mi profunda condena
para ambos. El mundo va más deprisa que lo que alcanza nuestra vista y hay
ciertos límites que no deben sobrepasarse, pero para eso hemos de ser
clarividentes, eficaces y justos. Clarividentes para adivinar lo que viene y
adelantarnos a regularlo, digerirlo o combatirlo. Eficaces para acometer con
presteza las soluciones a los nuevos problemas de convivencia que la sociedad
nos reclama. Justos porque seguimos viendo la paja en ojo ajeno y no la viga en
el nuestro, porque medimos con varas distintas según nuestras conveniencias,
porque hemos dejado de ser objetivos.
No ofende quién quiere sino quién puede, dice el refrán. No
ofende el cobarde que se esconde en el anonimato, no ofende el que aún dando la cara demuestra en cada
instante su miseria intelectual. No ofenden aunque insulten, porque el insulto
puede venir de cualquiera, la ofensa en cambio solo de quien ha alcanzado esa
categoría.
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