Por donde amargan los pepinos
Es un viejo dicho de mi pueblo y posiblemente de otros
lugares, que se utiliza cuando se quiere mandar a alguien tomar por retambufa
pero en modo rural, no entendible por urbanitas sin raíces rurales.
Bueno, pues resulta que hace tiempo que tenía
ganas de mandar a tomar por donde amargan los pepinos a algo y a alguien y ¡oh
sorpresa!, esta semana de San Juan ha sido propicia para ello. Así que
como a mí lo políticamente correcto que dicen los modernos me resbala, voy a
empezar por mandar a tomar por donde amargan los pepinos a David Cameron, a
Inglaterra, a Gales, a la florero nonagenaria y al príncipe orejones.
¿Por qué se libran de la tormenta Escocia e Irlanda del Norte? es obvio y
espero que en un futuro próximo hagan ellos lo propio. También quiero hacer
partícipes de mis deseos a los trescientos mil ingleses jubilados que pueblan
Alicante y Málaga, que algunos llevan más de veinte años en España y no saben
pronunciar el más elemental “buenos días”, compran en tiendas inglesas,
consumen productos ingleses pero para vergüenza nuestra colapsan nuestros
quirófanos con un gratis total que en su U.K es impensable; ya de paso voy a
hacer lo mismo con los miles de energúmenos de borrachera y sexo que invaden
Salou o Calviá, ocupan hoteles ingleses que pagan en origen , se emborrachan en
chiringuitos ingleses y salen a la calle, que es nuestra, a practicar sexo y
destrozar todo lo que les viene a mano. De las penas y desvelos de Fabián
Picardo ya tendremos tiempo de acordarnos en un plazo no muy lejano.
El ruedo ibérico ha contribuido de manera
sobresaliente a hacer más amplio mi desahogo. Este Domingo, el “26 J”, ha dado
de todo, pero quiero en primer lugar extender mi deseo a las decenas de
encuestadores que no han acertado ni una y a los que a través de ellos han
tratado de suplantar la voluntad popular influenciando en la decisión
final de parte del electorado menos formado y más manejable.
Por donde amargan los pepinos váyanse a tomar la
soberbia, insolencia, prepotencia, altanería y arrogancia que a partes
iguales conforman el alma de un señor con coleta, mangas de camisa y corbata
ocasional que pretendía con su aparición eclipsar las de Fátima y Lourdes.
Váyase igualmente ese rompedor de espejos, predicador
del no y no y siempre no, que aún cosechando la mayor de las calabazas
(Rupertas) del Un-Dos-Tres electoral, vuelve por donde solía con un
empecinamiento inigualable y con la satisfacción de haber visto fracasar
el “sorpasso” tan cacareado y lo que le es más rentable, el “surpasso”
sufrido pasada Sierra Morena, que impedirá a la sultana cruzar
triunfalmente Despeñaperros. Para el “guaperas” –como se le conoce en mi
pueblo- no deja de ser un alivio recoger la analítica en la que se esperaba un
cáncer de colon y descubrir que tan solo se trataba de unas almorranas.
Y por último, siga el camino de los anteriores el
niñato que habiendo dejado de ser profeta en su tierra se ha lanzado cual
Quijote a desfacer los entuertos que el mago Rajoy y sus pócimas
han propiciado al sufrido pueblo español. Poniendo velas a Dios y al Diablo
simultáneamente no ha conseguido favor de ninguno de ellos, pero sigue como
caniche queriendo asustar al dóberman .
En fin y para terminar, ¿dónde mandar a la “roja”?. Si
esto fuera la Unión Soviética de los mejores tiempos, el destino estaba claro,
Siberia. Aquí los millonarios sueldos y primas ofrecen mejores destinos.
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