COPLAS PASTORILES
Como una espiga
tiene mi niña el talle.
¡Dios la bendiga!
Como una espiga,
su cabello de oro,
de oro y trigo,
como un rayo de sol
ciega el sentido.
Como una espiga
tiene mi niña el talle.
¡Dios la bendiga!
Cuando me besa,
me acarician sus manos
de porcelana
y el néctar de sus labios
me endulza el alma.
Como una espiga
tiene mi niña el talle.
¡Dios la bendiga!
Y con el alba,
soñando entre luceros
queda en la cama;
digo adiós con un beso
sin despertarla.
Como una espiga
tiene mi niña el talle.
¡Dios la bendiga!
Ya, por la tarde,
va mi niña a esperarme
volver del campo;
sus ojos de azabache
le están bailando.
Como una espiga
tiene mi niña el talle.
¡Dios la bendiga!
Así es mi niña,
vivaracha de genio
¡genio y figura!,
desenfado, alegría,
gracia y dulzura.
Como una espiga
tiene mi niña el talle.
¡Dios la bendiga!
EPILOGO
¿Y saben una cosa?,
que esta coplilla
de musa tan dudosa,
tanto vale a una hija
como a una esposa.
DESPEDIDA
A mi alma deleita
soñar despierto...
...Y los “oncejos,”
vuelan en la placeta
de mis recuerdos.
Paco del Hoyo,(Diciembre 2.000)
I CERTAMEN DE POESÍA Y NARRATIVA “MEMORIAL D. HERMINIO SANZ” SISANTE, DICIEMBRE DE 2.000. SEGUNDO PREMIO DE POESÍA
jueves, 13 de diciembre de 2007
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