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Torra visita a su protegido (foto Vozpópuli) |
EL QUE HIZO BUENO A
ZAPATERO
Ya lo dije en otra ocasión, el PSOE tiene una infinita
capacidad para sorprendernos, se acuestan de un color y se levantan de otro y
entre medias pasan por otros más. Cuando pensábamos que nadie en el mundo
mundial podría superar en la conjunción astral de imbecilidades al ex
presidente Zapatero, hoy nos avergüenza ver como al frente de otra conjunción,
la de infidelidades y traiciones, se sitúa otro prócer socialista, capaz de
vender su alma al diablo con tal de seguir mirándose en los espejos de Moncloa
y es que Sánchez podría hacer de Zapatero un santo si no fuera porque este
último se ha ensuciado las manos al convertirse en soporte –pagado con dinero de
los españoles- del régimen chavista de
Maduro. Otro vendrá que bueno me hará, siempre ocurre.
De decir que se aceptaría todo lo que viniera del Parlament
catalán –y ya vimos lo que vino- a rogar
y pagar al independentismo el favor de auparlo a la Moncloa, no es sino muestra de que el PSOE –el nuevo
PSOE- se sale se la senda constitucional para embarcarse en una nave pilotada
por sus adversarios a la izquierda y por los enemigos declarados de España,
ambos a la vez enemigos de la España Constitucional y partidarios de hacer de
ella cada uno su república bananera.
La catadura inmoral de la izquierda, aunque se vendan como la
reserva ética y espiritual de Occidente, se pone de manifiesto a diario cuando
utilizando la doble vara de medir ve la paja en ojo ajeno y no la viga en el
propio. El Gobierno bonito de plagiadores y defraudadores maneja con tal
descaro su indignidad que es capaz de “echar la culpa del pedo al muerto” en
una huída hacia delante en la que todo es culpa de la derecha reaccionaria incapaz de asumir su derrota.
Sin necesidad de elaborar nuevos Presupuestos –hubiera
bastado con prorrogar y modificar por decreto los anteriores-, pero con la
necesidad imperiosa de presumir de haberlos logrado, se lanza Sánchez a una
empresa en la que la debilidad de sus 84 escaños se pode de manifiesto a
diario. No negocia con los independentistas en el Parlamento, como sería de
rigor sino que permite que su enemigo a la izquierda se
adjudique el rol de vicepresidente y vaya a negociar con quienes desde el
exilio o la cárcel manejan la voluntad de sus grupos parlamentarios. El
silencio y la ausencia de desautorización de Sánchez le confiere la autoría del
encargo.
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El vicepresidente catalan destituido y el vicepresiente español de facto (foto Cuatro) |
Mientras tanto, el independentismo catalán gestiona la
creación de un Gobierno en la sombra para contrarrestar otra aplicación del 155,
reprueba en el Parlament al Jefe del Estado, llega a prohibir el uso del
español en los patios de los colegios, sigue gastando el dinero de todos los
españoles en abrir de nuevo embajadas y financiar a los terroristas del CDR y a
los movimientos independentistas que surgen en Valencia y Baleares.
El vicepresidente en funciones está que no se lo cree; lo
tiene a huevo y se crece al ver como al Presidente le entran los sudores del
cobarde y el felón y es incapaz de huir de su narcisismo y ponerse de una vez
al servicio de España y de los españoles y no olvidar que, aunque haya sido
investido por los enemigos de la España constitucional, es el Presidente de
todos os españoles y representa al Estado nacido tras la Constitución que ahora cumple cuarenta años. Solo hay dos
caminos a elegir, o con el Estado o con los enemigos del Estado. De momento
parece haber elegido el segundo y parte de la oposición ya le acusa de ser
“partícipe en un golde de Estado”.
Y en el PSOE de siempre ¿qué piensan?. Seguramente nada. En
estos momentos el que manda manda, hay elecciones a la vuelta de la esquina y
como es tradicional en el Partido “El que se mueve no sale en la foto”. Hasta
García-Page ya va por ahí magnificando las hazañas del héroe plagiador, señal
de que en Fuensalida no las tienen todas consigo.