EL III CENTENARIO



A TRES AÑOS DEL CENTENARIO





Apenas si ha empezado a moverse la maquinaria del III Centenario y ya han surgido los primeros chirridos en los engranajes. Era de esperar que los preparativos de un evento de esa importancia, del que todo el mundo quiere sacar provecho, no fuera precisamente un camino de rosas y de hecho, dos comunicados publicados recientemente en la prensa conquense así lo atestiguan.

El mal llamado Centenario de Sisante no parece comenzar con buen pie; y digo “el mal llamado” porque lo que se celebra es el III Centenario de la llegada de la imagen del Nazareno a Sisante, que en el pueblo ya llovía algunos siglos antes.

La celebración de este acontecimiento tiene por tanto un inequívoco signo de identidad, que es su carácter popular y religioso. Y como celebración religiosa con gran participación popular cuyo núcleo fuerte deberá ser la programación de actos religiosos, novenas, misas, procesiones etc., corresponde a la jerarquía eclesiástica la preparación y posterior desarrollo de los actos programados. En el caso que nos ocupa, la jerarquía religiosa a nivel local la conforman el Cura Párroco de la Villa y la Congregación de Clarisas, de cuya propiedad es la imagen y de su responsabilidad la custodia de la misma.

Dicho esto, correspondería a la autoridad civil la previsión de desplazamientos masivos de asistentes a los actos, así como la infraestructura, seguridad y vigilancia que den cobertura a los desplazados.

Es obvio que, como acontecimiento único que se celebra en cada centuria, se programen de forma paralela y sin interferir en la celebración religiosa tantas cuantas actividades se consideren convenientes, habida cuenta de que hay que aprovechar el tirón de ver Sisante centrando la atención de las comarcas más próximas; pero esto no compete exclusivamente a las autoridades locales que han entrado en el Centenario como elefante en cacharrería, sino a todo el cuerpo social sisanteño representado en instituciones, asociaciones y colectivos varios.

Es obvio también que cualquier gobierno local, sea del signo que fuere, no desaprovecharía esta oportunidad histórica que se les presenta; pero ya sabemos que es “pecado original” de la clase política anteponer los intereses de su grupo, clan, partido o lo que fuere, a los intereses reales de la comunidad a la que sirven. El año 2.011 para colmo será año de elecciones locales y como consecuencia, esa miopía política hará que, en estos tres años que faltan para el evento, todo lo que se diga o se haga será pensado, realizado e interpretado en clave electoral, tanto por el gobierno local como por la oposición.

El atractivo personal que el hecho histórico ofrece es demasiado trascendental como para renunciar a él. La carrera para ser uno de los pocos en pasar a la historia presidiendo los actos religiosos o llevando a hombros al Nazareno ya ha empezado. La foto histórica es única y quién no se arrime no sale en ella. Si observáis los movimientos de algunas personas en estos tres próximos años veréis como no me equivoco. Este es otro de los males que acechan al Centenario, el excesivo personalismo animado por un descomedido egoísmo que hará que muchas de las actuaciones de personas con responsabilidad, lejos de conformar el interés de la comunidad vayan en beneficio único de su celebridad.

“Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. Una sencilla sentencia que resume lo que cada uno ha de hacer y el lugar donde ha de estar. Lo contrario no dejará de ser un camino de zancadillas y tropiezos que pueden enturbiar la celebración con grave menoscabo de los objetivos globales.
Paco del Hoyo
                                              Carta del Director, “6 Flores” Nº 13, Marzo 2008
 


ALGO HEMOS AVANZADO


El año 2000 obró milagrosamente en el subconsciente de la sociedad sisanteña. La larga procesión del jubileo despertó en muchos sisanteños un arrebato de espiritualidad, a veces sentida y a veces disimulada, que dio lugar a una nunca vista proliferación de cofradías que no dejó Santo alguno disponible. Milagrosamente también la Iglesia dejó de ser sinónimo de “derecha” para extender su influencia o dejarse influenciar por la emergente y moderna sociedad, necesitada de afirmar su presencia y de copar cualquier actividad en el escaso bullir de la vida cotidiana.
Se rescataron del olvido las imágenes, algunas de las cuales llevaban años sin ver la calle, y más aún, en el caso de la Virgen de las Angustias se la libró de un final ruinoso bajo una añeja gotera. Fueron los años de la restauración; ermita del Santo Cristo, de San Antón, de la Concepción y sobre todo de la iglesia de Santa Catalina, remozada por dentro y aseguradas sus cubiertas, no sin algunos errores como la eliminación de la orla que rodeaba el mural de Víctor de la Vega y que figuraba ya en los bocetos iniciales o no cambiar el piso por otro mejor adaptado al conjunto y que encima había sido donado por un fabricante de cerámica casado con una sisanteña.
El balance no puede ser más positivo y si encima le añadimos el “descubrimiento” del Barroco• por los nuevos ediles, con la justa valoración de la imaginería y retablos del Convento, los frescos de Felipe Navarro, algunos de ellos desaparecidos en la antigua sacristía y la restauración de la arquitectura civil de la época, con el punto de mira puesto en el III Centenario cada vez más próximo, ha permitido a Sisante contemplarse en el espejo y sentirse orgulloso de sí mismo.
Atrás quedaron los tiempos en que la ignorancia de muchos, sabiamente envenenada por unos pocos, también ignorantes pero de peor calaña, trajo graves consecuencias para el arte religioso sisanteño, que fue expoliado, destruido o quemado. Atrás queda también, aunque más reciente, la sistemática destrucción de patrimonio religioso en aras a la comodidad y la modernidad; en este caso sin la eximente de la ignorancia pero con el agravante de la soberbia y el desprecio. Y atrás, aunque más próxima, la salvaje actuación de algunos “azuzados” grupos, que dejaron muestras de su estupidez y su odio en las fachadas de algunos monumentos.
El hecho de que la sociedad sisanteña esté volviendo sus ojos a sus orígenes, su pasado y su historia o que los descendientes de aquellos pobres empecinados de la primera mitad del pasado siglo XX sean ahora celosos guardianes de lo poco que quedó o de lo que después se ha ido adquiriendo, es un canto de esperanza …,
 
AUNQUE A VECES…
Parece que no hemos salido del Siglo XVIII y cuando vemos que en plena recesión, con una crisis que ha llevado al paro a casi cinco millones de españoles y que en Sisante ya está haciendo mella, las monjas de abajo pretendan hacer una colecta pública para comprar una nueva y seguramente carísima túnica al Nazareno, de cara a las galas del Centenario, es normal que pensemos que hay quien en pleno siglo XXI está viviendo como si del XVIII se tratara, a espaldas de la sociedad civil, de forma insolidaria y egoísta, haciendo necesidad de lo superfluo y sintiéndose el ombligo del mundo.
Qué diferencia, la de las monjas de arriba, pidiendo alimentos o limpiando y clasificando ropa usada y calzado para mucha pobre gente, estable o de paso, que los necesita. O del grupo de mujeres que junto a ellas elaboran vestidos para niñas del tercer mundo o vendas de algodón para los leprosos.
¿Es que no tenemos en el pueblo problemas más grandes que atender o necesidades más urgentes que cubrir?.
¿Nos hemos preguntado alguna vez en qué lugar de los dos se encontraría más a gusto el Nazareno?
Paco del Hoyo
 Editorial “6 Flores”Nº 19. Septiembre 2009
 
   
LA TÚNICA


Una mañana de este verano, alguien relacionado con la organización del Centenario colocaba carteles en la Plaza solicitando ayuda para una nueva túnica del Nazareno del Convento.
A la vista del escueto contenido del anuncio, entendió el editorialista de “6 Flores” (Nº 19 de Septiembre) que en época tan difícil de crisis y paro podría parecer un derroche el gastar dinero en algo a la vista innecesario.
Posteriormente, el equipo de redacción de “6 Flores” fue invitado a una reunión en el Convento, en la cual las Hnas. Clarisas nos mostraron su malestar por la publicación de este editorial de “6 Flores” argumentando que la confección de la nueva túnica era sumamente necesaria por el estado de deterioro que sufría la anterior, según estudio que se estaba realizando por entendidos en la materia y cuyo resultado se comprometieron a facilitarnos para darle publicidad en este medio, no habiéndose recibido hasta la fecha.
En la Revista “Padre Jesús de Sisante” Nº 0 de Septiembre de 2006, en un artículo titulado “Túnica Nueva”, se dice textualmente: “Con gran entusiasmo la Fraternidad de Hnas. Clarisas del Monasterio de Nuestro Padre Jesús Nazareno, les informa que se ha decidido confeccionar una túnica bordada en oro para que nuestro Padre Jesús se vista de gala en el Año que celebramos el III Centenario”
“Según la investigación histórica realizada hasta el momento, la túnica podría tener mucho más de cien años. Los numerosos zurcidos hacen evidente el paso del tiempo en ella, y es menester que para tan gran celebración le regalemos y estrene túnica nueva”
La única mención que se hace en el artículo al estado de la túnica es “los numerosos zurcidos hacen evidente el paso del tiempo en ella” pero no dice nada de la necesidad urgente de la sustitución ni de los estudios encargados al respecto, más bien parece enfocado a un deseo vehemente de adornar la imagen de cara a la celebración.
A la vista de todo lo expuesto, la Revista “6 Flores”, que no ofrece duda alguna de su compromiso con todo lo que significa Sisante, quiere definitivamente dejar claro que:
A pesar de la escasa información que se ha dado sobre la necesidad de la sustitución de la túnica del Nazareno y a falta de los prometidos resultados de los estudios que se están realizando, CONFIAMOS en lo manifestado por la Comunidad Clarisa y HACEMOS NUESTRA su clamorosa petición de ayuda, entendiendo que la actual túnica rescatada en 1977 del “tesoro artístico de la Catedral de ”Cuenca” es una joya que se debe conservar como parte del patrimonio histórico-artístico del Convento y de Sisante, no debiendo correr el riesgo de aumentar su deterioro en los vaivenes de la celebración.
La Revista “6 Flores” manifestó desde el principio su intención de colaborar en el Centenario y ya en su Nº 7 de Abril de 2006 dedico un monográfico a la obra de “La Roldana” en Sisante y en los Números 9 a 14, de Marzo de 2007 a Junio de 2008 (hasta que fue posible) se publicaron a color en contraportada anuncios del Centenario, con gran perjuicio para nuestra débil economía por ser espacios destinados a publicidad.
Dada la situación y en la confianza de que la túnica pasará a la historia como “donación popular del pueblo sisanteño”, pedimos a los sisanteños su colaboración, en la medida en que cada uno crea, quiera y pueda, al tiempo que pedimos a la organización del Centenario más información y claridad, porque si se solicita la ayuda del pueblo, el pueblo tiene derecho a conocer todos los “para qué” y los “por qué”.

                                                                    Paco del Hoyo
                                                   Editorial, “6 Flores” Nº 20, Diciembre 2009 

  

A VUELTAS CON LA TÚNICA


No pretendo que la celebración del Centenario sea motivo de polémica ni sirva para dividir a los sisanteños más de lo que ya están, pero sí que se respete el derecho a pensar y opinar de cada persona en todos los órdenes de la vida y en éste en particular. Sobre el Centenario habrá opiniones de creyentes, de escépticos, de indiferentes, pero todas igualmente válidas y respetables. Cuando alguien opina de un hecho en base a la información que de ese hecho se ha dado y se posee, nadie puede conminar al informante a retractarse de lo que piensa y dice ni menos pretender montar en pleno siglo XXI un auto de fe condenatorio. En el asunto de la túnica, donde se dijo “digo” en razón a la información de que entonces se disponía, se dice “diego” al disponer ahora de una información más completa y aclaratoria y el asunto queda ya zanjado “per secula seculorum”.

Preocupa no obstante el ambiente que parece ser se está creando en torno al Centenario y la opinión que se recoge del pueblo es de que todos los allegados a la organización del evento no están tirando del carro en la misma dirección. La diversidad de intereses, personales, políticos, institucionales, corporativos y un largo etc. que confluyen en la organización de un evento de tal dimensión, hace necesaria la existencia de una autoridad moral que congregue en torno a ella las diferentes tendencias y sensibilidades (término este muy en moda actualmente) y establezca la ruta a seguir por cada una de ellas de forma que al final, en el punto de encuentro, se hable más de sumas que no de restas ni divisiones.


                                                                 Paco del Hoyo
                                           Carta del Director “6 Flores” Nº 20, Diciembre 2009

  


EL CENTENARIO Y EL BOLSILLO



No parece ser que corran buenos tiempos para los organizadores del centenario; al menos esa es la opinión que me trasmiten mis fuentes. La Revista “6 Flores” no está representada en la Comisión, siendo como es la única publicación periódica de contenido puramente sisanteño. Algunos de nuestros colaboradores sí están, pero a título personal o representando a otras instituciones. Ello no impide que nos sintamos comprometidos con el evento y preocupados por el desarrollo de sus preparativos, aún a pesar de que no contamos con información alguna de la “hoja de ruta” ni de los proyectos que pudiera haber en marcha.

Sí nos llegan filtraciones de que la situación económica no es precisamente boyante, pero tampoco sabemos cuáles son las fuentes de financiación/subvención a las que se ha recurrido. Al menos para nosotros la Comisión no ha abierto ningún canal de comunicación, por lo que no nos resulta fácil dar crédito a los comentarios; aunque en este caso y por la naturaleza de lo que se trata, es preferible pecar por exceso que por defecto, razón por la cual queremos entender que realmente existen dificultades.

Un acontecimiento de esta categoría conlleva una complicada organización porque no se trata de celebrar un día de fiesta, ni siquiera lo que dura el novenario. Se trata de hacer de todo el año que transcurre entre la Feria de 2010 y la de 2011, la fiesta del Centenario. Ello requiere agudizar la imaginación y renunciar a los planteamientos utópicos. Trabajar más con la cabeza y menos con el corazón.

Sea del modo que sea, al final todo confluye en un punto, el escollo de la financiación. Suponemos las dificultades de la Comisión para encontrar ayudas en una época de vacas flacas como la que atravesamos. Las Administraciones Públicas echarán balones fuera y escudándose en la crisis se justificarán, así que a la hora de contar con alguien, posiblemente no les quede más que el mismo pueblo sisanteño.

Si esto fuera así, los sisanteños no podemos dejar pasar el que a buen seguro será el acontecimiento histórico más importante del siglo XXI y tendremos que arrimar el hombro para llevar al Santo pero también aflojar el bolsillo para hacerle la fiesta que se merece. Y parece ser que ahí es donde nos duele y donde chocamos con el escollo. Creo que en esta ocasión hemos de olvidarnos del dicho de que “contra el vicio de pedir, la virtud de no dar”. En estos momentos nuestra virtud ha de ser la generosidad y no podemos pasar a la historia como unas generaciones tacañas y miserables..

Seguro que nuestro donativo no caerá en saco roto. Más bien repercutirá en nosotros mismos. La proyección de Sisante sobre nuestro entorno dará sus resultados. La imagen de una sociedad emprendedora, decidida y generosa, también dará sus resultados. La linde no puede impedirnos ver el campo. Vamos a dejarnos de prejuicos, antipatías personales, rencillas y cualquiera otras cosas pequeñas que nos separan (las lindes) para centrarnos en pensar, como pueblo, en lo grandioso de nuestro pasado y lo esperanzador de nuestro futuro. El año del centenario debe quedar en la memoria para las nuevas generaciones y para ello, nada mejor que suavizar los extremos de nuestro comportamiento en un año de elecciones municipales y mostrar hasta que punto somos capaces de hacer de la generosidad nuestro banderín de enganche.
Paco del Hoyo

                                            Carta del Director “6 Flores” Nº 21, Marzo 2010