miércoles, 27 de junio de 2018

UN ADELGAZADO PP VOTA EN LAS PRIMARIAS




UN ADELGAZADO PP VOTA EN LAS PRIMARIAS

Dicen en la sede de Génova que el PP tiene la friolera de 869.000 afiliados y creen que al corriente de pago de cuotas tan solo hay aproximadamente el 15% y vistas las cuentas de 2016, los ingresos por cuotas de afiliados rondaban los tres millones de euros, que pueden corresponder a lo ingresado por unos 150.000 militantes.

Que haya más de ochocientos mil afiliados no me extraña y además le doy credibilidad ya que durante los años de gobierno de Aznar se hizo una campaña de afiliación masiva en todos los pueblos. Concretamente en el que yo era por entonces concejal (en la oposición) se llegó a conseguir una cifra de 300 afiliados sobre una población de casi 5.000. Cierto es también que no existía ningún sistema eficiente para hacer pagar las cuotas y prácticamente no las pagaba nadie salvo los concejales, que además en esa legislatura dejamos al Partido todo lo cobrado por comisiones, plenos etc.

Las Juntas provinciales y locales no han tratado con la necesaria eficacia el asunto de los afiliados, ni en la actualización de censos ni en el cobro de cuotas. El 10 de Noviembre de 2014, después de más de veinte años de militancia, solicité mi baja en el Partido y aún sigo recibiendo las citaciones para reuniones, actos etc.  Un día antes había publicado en mi blog www.pacodelhoyo.blogspot.com  un  artículo titulado “Mi adiós al PP”, del que extraigo algunos párrafos en los que denunciaba la situación de la militancia y el porqué de su desafección, ahora demostrada en el ridículo 7,6% de participación en las primarias.

domingo, 9 de noviembre de 2014

MI ADIÓS AL PP
…..”Independientemente de lo que pase a partir de mañana, creo que ha llegado el momento de plantearse hasta qué punto merece la pena pertenecer y soportar a un Partido político que cada día que amanece se engaña a sí mismo y a los que en él confían. La desafección de los españoles a la clase política, la casta, está más que justificada porque el nuevo régimen que surgió en 1978 ha traído consigo una raza de trileros, mangantes, profesionales del cuento, vividores, vendedores de humo y mil calificativos más. Desde el cabo de Finisterre al  cabo de Palos y desde Ayamonte al cabo de Creus se extiende una tela de araña en la que no hay organización política o sindical que haya tocado poder y no lo haya utilizado en beneficio propio. 

La militancia en una organización política como las que hay al uso es una pérdida de tiempo, de energía y de ilusión para todo aquel que no va a medrar en ella. Yo no acepto que me quieran regalar la entrada de sol para que los vitoree y aplauda cuando están sentados en la barrera de sombra. Yo, que no quiero nada de la política, no puedo seguir en un Partido que se define como demócrata cuando realmente está gobernado por una oligarquía intangible, rodeada de una guardia pretoriana de lameculos, en la que la democracia no existe y las bases no cuentan salvo para adornar los mítines.

Pero es que además, cuando se ve que esa oligarquía está tan instalada que se convierte en hereditaria y se aprecia que desde abajo cualquier movimiento de regeneración es imposible, lo más prudente es abandonarlos a su suerte hasta que ellos mismos se tengan que hacer los  mítines y los aplausos.

No quiero ser partícipe de la corrupción moral y política instaladas en el Congreso y el Senado ni de la corrupción moral, política y económica extendida por Ayuntamientos, Diputaciones y CCAA. No puedo ser soporte, aún al más mínimo nivel, de una clase política corrupta y hermética donde los reproches son solamente la pantalla que esconde la comunidad de intereses que les une. No quiero ser parte de esa burla de la casta al pueblo español; prefiero estar fuera, junto a los míos. No creo en los que se autodenominan “decentes servidores de la Patria” porque la decencia está reñida con la desvergüenza y tan deshonesto es el que corrompe como el corrompido como el que viendo a ambos calla y acepta. No puedo seguir siendo miembro de una organización en la que la excelencia es pura casualidad y la vulgaridad es la nota dominante.

Ya ves, Mariano, no encuentro ninguna razón para seguir siendo militante del PP. Habéis dilapidado todo el capital político que pusimos en vuestras manos. Os habéis convertido en una organización protectora de corruptos, de vagos, de prepotentes, de inútiles, de lameculos, de oportunistas. No hay decencia en el PP porque solo cuando os habéis visto obligados por las circunstancias es cuando habéis sacado las escobas, solo para pasarlas por encima de las alfombras, no para barrer debajo de ellas.

Imagínate Mariano lo que se ve en las alturas, pues no es nada comparado con lo que hay en los rincones de Municipios y Provincias donde, como en el caso de Castilla la Mancha, una Presidenta ausente ha dejado el gobierno del Partido en manos de validos, a veces ni siquiera electos, que se han constituido en verdaderos caciques por los que ha de pasar todo lo que se mueva en su entorno. Vente a Albacete, Mariano, y mira en manos de quién ha dejado Cospedal las riendas del Partido; un valido más de tornajo que de plato, pero ahí está y nadie se le mueve porque las listas son las listas, son el maná de los inútiles y él es el que lo reparte…”. 

…”Por eso, Mariano, porque he dejado de creer en ti y en el Partido que te sostiene. Porque soy consciente de que desde las bases en el PP no puede conseguirse nada que suene a regeneración. Porque tu Secretaria General está dedicada en cuerpo y alma a las guerras internas que tú mismo propicias, abandonando a su suerte o la de sus validos a la Comunidad Autónoma que la encumbró, por todas esas razones y muchas más que alargarían innecesariamente este escrito, creo que lo mejor que debo hacer es pedir la baja en el PP, porque no quiero seguir formando parte de vuestro embrollo y porque no quiero más ataduras. Quiero ser libre para pensar y decir lo que pienso sin que la disciplina de partido coarte esa libertad. Hoy mismo curso la solicitud a la Junta Local en la que estoy inscrito”.

Rajoy  se ha dado demasiada prisa en desaparecer y ha dejado al Partido desnortado, sin experiencia en primarias, secundarias o terciarias. Al sucesor natural, porque es el líder actualmente más valorado del PP, Alberto Núñez Feijóo, le pilló con el paso cambiado pues no contaba con que esto llegara antes del 2020 y su renuncia ha desatado una guerra interna en la que, como dejé escrito la pasada semana, Dolores y Soraya deben ser coronadas de laurel por los servicios prestados y ser enviadas al Olimpo con el resto de dioses caídos, dejando paso a un aire nuevo de renovación generacional e ideológica tan necesaria para que el  proyecto del PP pueda volver a ser creíble.

Y en cuanto a la militancia, después de tantos años olvidada y si acaso convertida en “aplausómetro”, se ha convencido a sí misma de que su decisión apenas contará y que además puede ser rebatida o anulada por unos compromisarios que representan las diferentes corrientes del aparato pero no a ella.
Quienes representan al viejo PP, aunque hayan hecho frente a la corrupción como Cospedal o se hayan puesto de lado como Soraya y  quienes no van a favor de sino en contra de, lo mejor que pueden hacer es echarse a un lado y dejar paso y con ello habrán hecho el mejor servicio al Partido y a España.
                                                                   www.pacodelhoyo.blogspot.com



miércoles, 20 de junio de 2018

Y FEIJÓO LA LIÓ PARDA



Un jarro de agua helada (foto Libertad digital)


 Y FEIJÓO LA LIÓ PARDA


Llevo dos semanas sin escribir, faltando al compromiso conmigo mismo, a la costumbre y a los lectores que a través de mi blog y de la columna de opinión de Visón 6 TV aun me leen. La verdad es que cuesta volver a repetir lo que todos ya sabíamos, que los socialistas cuando se ven perdidos como en Marzo de 2004 utilizan el desastre saltándose la jornada de reflexión y arremetiendo salvajemente contra el Gobierno y que ahora, cuando las encuestas los relegan al cuarto puesto se alían con los mismos demonios para echar a un gobierno legalmente establecido e instalarse en la Moncloa, culminando así el sueño del nuevo “Bamby” que ya muestra las fotos de su mansión  en la que su señora, con dinero de todos, va a gastar en remodelar lo ajeno más aún que el criticado Iglesias para comprar lo propio.


Que una vez experimentado el placer de correr entre los ciervos monclovitas el nuevo “Bamby” no iba a convocar elecciones era del común conocimiento a excepción de los ignorantes de Ciudadanos, cuyo infantilismo les hace creer  en los milagros y que deben estar retorciéndose del cabreo por haber sido ellos los que movieron el árbol y los demás los que recogieron el fruto. Que además y según la costumbre de la izquierda iban a aumentar el gasto público desde el primer día, era de cajón. Cuatro Ministerios, mejor cuatro inutilidades, con lo que de enchufados conlleva por compensación de servicios y servidumbres. Que se iba a bajar los pantalones ante el esperpéntico Quin Torras, les iba a acercar a sus presos, retirar el control de las cuentas y permitir la reapertura de las embajadas era tan previsible como que el danzarín Miquel Iceta se va a bailar una sardana en la plaza de San Jaime cogido de la mano de Elsa Artadi y Ada Colau.


Que el mayor enemigo de España sigue siendo Franco  es de perogrullo y que hay que sacarlo de Cuelgamuros y echarlo a una fosa común, una obsesión. Después vendrá la Iglesia, otro lugar al que recurrir cuando el seso es atacado por las calores y las neuronas se contraen, se retuercen y la cascan.


Espejito, espejito, dime si soy el más guapo de mis contrincantes, más que Albert Rivera,  Pablo Iglesias  o el pretendiente Pablo Casado. La Moncloa va a ser dentro de poco como la galería de los espejos de Versalles, donde la vacuidad del inquilino encontrará en cada uno el gesto apropiado para emular al “Rey Sol” y deslumbrar a su plebe de estómagos agradecidos .


Pero yo no quería escribir sobre esto. Reconozco que se me ha ido el pistón con esto del golpe de estado legal, amparado por la misma Constitución, donde los enemigos de España nombran al Gobierno de España. Yo quería escribir de los desahuciados, los que de la noche a la mañana se han visto con la maleta en la puerta del despacho y han iniciado una peregrinación, más bien una carrera hasta la sede de Génova para comenzar el “juego de las sillas” a los acordes del himno de Manuel Pacho.


Rota la costumbre de nombrar a dedo, se abre en el PP una etapa de laboratorio, donde la  experimentación debe dar como fruto un anti-PP, anti-Mariano y anti-década tenebrosa. Cuando más necesario es el sosiego, la decisión madurada, la generosidad  y la altura de miras;  cuando todo el Partido alza su vista hasta Galicia pidiendo al Apóstol alguna señal de amparo, viene “el deseado” y les echa una jarra de agua helada que ha dejado al Partido tiritando salvo a cuatro acalorados a los que ha venido de perlas el refresco.


La comodidad o la cobardía de Alberto Núñez Feijóo ha puesto en peligro la misma existencia del PP como Partido con aspiraciones a ser el aglutinador del voto de centro derecha. Su marcha atrás ha dejado las puertas abiertas a quienes representan el nuevo y el viejo PP y a quienes solo pretenden convertirlo en un campo de batalla, en el que llevan años entrenándose y donde no va a haber cuartel para los derrotados de la una o de la otra. Si en el PP pensaran en el voto útil del que pudiera surgir un nuevo PP reformado y reforzado, nada mejor que enviar al Olimpo a Soraya y María Dolores, coronarlas de laurel y pasar página, porque ambas son el pasado y el conflicto asegurado. 


Núñez Feijóo habrá sido el responsable del desbaratamiento si no surge un mirlo blanco que despierte la atención de quienes por primera vez van a tener la ocasión de acertar o equivocarse,  sin tener a quién echar las culpas.
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