domingo, 31 de diciembre de 2017

ADIÓS 2017, UN AÑO PARA RECORDAR




ADIÓS 2017, UN AÑO PARA RECORDAR

Desde el día 8 de este mes no ha sido capaz mi mano de sujetar la pluma ni mi cerebro capaz de articular ideas. Saltaron todas las alarmas y  mi mecanismo de defensa me aconsejo desconectar de todo;  del empacho informativo catalanista, de las sesiones circenses parlamentarias, de los salvajes homínidos mata mujeres, de las diferentes varas de medir de políticos y jueces, de la podredumbre de una sociedad decadente que dejó atrás todos los valores que la hicieron fuerte para acomodarse al discurso de falsos profetas y ángeles salvapatrias.

Me he recluido en la preparación del Nº 51 de la Revista “6 Flores”, cuya dirección me enorgullece y de la programación y puesta en marcha de la Navidad del Orfeón de La Mancha que me honro en presidir. Ambas actividades, culminadas con éxito total, me han aliviado a pesar de su complicación de la tensión de ser espectador de las miserias humanas, que los medios de comunicación se afanan en sacar a relucir obviando lo sublime, interesante y meritorio que ya no es del interés de esta sociedad desestructurada donde lo efímero adquiere la categoría de trascendental.

Oír hablar de Cataluña ya produce nauseas y soportar el hedor físico e intelectual de algunos de sus personajes es vomitivo. El discurso de los imanes en las mezquitas lleva a la muerte de decenas de inocentes ante la pasividad de la cúpula de la policía autonómica, que se ve a sí misma como el Estado Mayor del ejército  de una ficticia república bananera. El sermón de los curas en las iglesias enciende la llama de la rebelión contra el orden establecido, con la complicidad de quienes desde el poder se encargan de abarrotar de limosnas los cepillos eclesiales. Unos y otros están sentando las bases de la destrucción de la convivencia en una comunidad antaño envidiada y hoy puesta bajo sospecha. Después de ver como dieciocho de cada cien catalanes, que podían haber sido definitivos con su voto para restaurar el orden y la convivencia, se han quedado cómodamente en su casa, no me cabe otra sentencia que aquella que dice “con su pan se lo coman”; con el suyo que no con el mío .

Terminar un año con cincuenta y cinco mujeres  y cinco hijos menores de edad asesinados por maridos, ex maridos, parejas o ex parejas, es abrumador, trágico, vergonzoso y mil calificativos más en una sociedad occidental y moderna en la que el respeto a los derechos humanos es consustancial. Háganselo mirar la tropa de letrados que subsisten afanados en desarreglos matrimoniales y los jueces cuyas sentencias tienden más a destruir que a construir, sin que yo quiera generalizar porque seguramente son mayores las nobles actuaciones de unos y otros. Y de paso que se lo hagan mirar también los que desde la dictadura han establecido los cauces por los que discurre la educación en democracia y como no, los que se encargan de ponerlos en práctica; políticos y educadores pudieran ser también responsables de esta triste realidad que ha alcanzado desde 2007 una media de 65 personas muertas por violencia de género. El porqué de que todo esto ocurra mayormente en la franja mediterránea desde Almería a Gerona y en los contornos urbanos de Madrid y Barcelona es materia de estudio de antropólogos, pedagogos y sociólogos, que imagino deben estar en ello aunque de hecho no apreciemos la mejoría.

De la clase política española y su afición a las sesiones circenses en los diversos parlamentos solo cabe decir que nunca hubo entre ella menos categoría intelectual, menos generosidad y menos preocupación por el interés común de quiénes representan. La política en España no es sino una competición individual para alcanzar glorias, más efímeras que duraderas, que conllevan una sustanciosa remuneración, una poltrona que deja en inferior plano al populacho, un coche oficial al que cuesta subirse y no menos bajarse y sobre todo la inviolabilidad, inmunidad y aforamiento que les concede la Constitución, que dedica algunas partes de su texto más a defender intereses  de unos pocos que del común de la ciudadanía.

En fin, lamento despedir el año con escepticismo cuando no con pesimismo y me preocupa que mi estado se prolongue en el venidero, porque será señal de que poco o nada avanzamos para construir un país próspero y una sociedad justa. Salir de la crisis fue conveniente y pudo ser ilusionante pero con ello no se arreglaron los males de fondo que corroen los cimientos de nuestra sociedad; esa tarea la tenemos pendiente.



viernes, 8 de diciembre de 2017

LOS AVIONES Y LA LLUVIA






LOS AVIONES Y LA LLUVIA


El día de la “Purísima Constitución” –valga el calificativo toda vez que el intento de los secesionistas catalanes  no han conseguido violarla-, lo pasé en mi segundo pueblo y en medio de unas cervezas, alguien me comentó ante mi sorpresa la “teoría de la lluvia” que los podemitas locales están trasmitiendo a sus simpatizantes en particular y al pueblo en general. 


Según los podemitas serranos, la culpa de que no llueva la tienen los aviones: “Porque mire Vd., le decían a mi interlocutor, la culpa de que no llueva la tienen los aviones, sí, los aviones, pero no todos, porque hay dos clases de aviones ¿sabe Vd?, los que pasan por encima del Ardal que van derechos y echan el humo blanco y los otros, que hacen mucho ruido y pasan por encima del pueblo dando vueltas.” Ante la extrañeza de mi interlocutor, la podemita, una mujer de en torno a los cuarenta, es decir de las de la EGB, insistía: ¿Pero Vd. no sabía eso?, que los que echan el humo blanco son los buenos y los que hacen ruido y dan vueltas son los malos, que echan cosas para que no haya nubes; pues sí y sabrá Vd. que estos son los del Gobierno, porque es el Gobierno el que los lleva donde quiere para que no llueva y aquí como mandan los socialistas el Gobierno no quiere que caiga una gota”


Este relato surrealista no pasa de ser anécdota si no fuera porque ese argumento cala entre gente con poca formación y menos sentido común, que haberla hayla y mucha. Es la gente de la que se han aprovechado continuamente los políticos de aldea, que haberlos haylos y muchísimos, contándoles historias que los ignorantes creen a pie juntillas y que los otros aprovechan para canalizar el voto en uno o en otro sentido. Cierto es que de los cuentos de los socialistas de aldea la genta ya está curada porque el descrédito de éstos es notorio y salta a la vista su transparencia malintencionada, ahora creen en los cuentos podemitas. 

Estos son los aviones "malos"
 Aún recuerdo la imagen de dos de estos políticos que en plena campaña electoral salieron con una cinta métrica u un saco de yeso a marcar señales en una carretera maltrecha, en la que no tenían competencias, pero haciendo creer a la gente que estaban marcando ya por dónde iba a ir el ensanche. El mensaje llegó a los votantes y colaboró a la obtención de unos resultados electorales favorables y aunque siguiendo el refrán de que “antes se coge a un mentiroso que a un cojo”, cuando el pueblo comenzó a digerir el engaño las elecciones ya habían pasado pero  el cebo había dado sus frutos.


Otro caso de intoxicación, cuando menos para echarse a reír, o a llorar, quién sabe, fue el de otro político de aldea que dejó caer en un centro de la tercera edad que los autobuses que les transportaban en los viajes del IMSERSO no estaban obligados a pasar la ITV, con lo cual el Gobierno pretendía de alguna forma deshacerse de ellos. Los comentarios y las protestas no se hicieron esperar dando una vez más la imagen de lo que esta sociedad tiene de nivel cultural, en el caso de los mayores porque no tuvieron mejores oportunidades y en el caso de los menos mayores porque las tuvieron y las desaprovecharon.


A la intoxicación de los políticos de aldea, pueblo o ciudad, se añade ahora la que trasmiten los medios de comunicación, la televisión sobre todo y  las redes sociales. Contra esto sí que la sociedad tiene menos defensas porque siempre creyó que lo que dice la “caja tonta” es lo cierto, sin percatarse de que la información es dúctil y maleable y se estira o encoge a tenor de los intereses de quien la proporciona. Ya con la red llegó el caos. Al menos con la tele eran un puñado los comprados por la telepolítica o la telebasura, que vienen a ser lo mismo,  pero en la red y amparados en el anonimato son millones los que se dedican a traer y llevar, a insultar, a intoxicar, a acosar,  a veces cayendo en lo más bajo a que puede llegar la condición humana y sin que los Gobiernos hagan o puedan hacer nada por controlar esos desmanes.


Contra todos estos males  no hay mejor medicina que la educación y solo con la educación se podrá crear una sociedad inteligente, responsable y crítica, que sepa distinguir el grano de la paja y no se deje engañar por vendedores de humo. Claro que hasta la misma educación está al servicio de los intereses políticos de determinadas ideologías, sobre todo de aquellas que pretenden igualar a todos por el mínimo, echando por tierra el estímulo, el esfuerzo y la competencia hasta conseguir una masa amorfa, incapaz de pensar por sí misma y manejable a su antojo. Los planes de educación de estos cuarenta años de democracia, mejor de partitocracia, han ido en ese sentido y ahora nos encontramos con que hemos creado una sociedad que se cree lo de los aviones que impiden que llueva  o que llega al extremo de que el libro más vendido en España el pasado año  fuera el de las memorias de Belén Esteban “la princesa del pueblo”. Estamos creando el caldo de cultivo del populismo, que ha venido para quedarse,  porque ha encontrado en la sociedad española el mejor laboratorio.


martes, 28 de noviembre de 2017

27-N, DÍA DEL MAESTRO




27-N, DÍA DEL MAESTRO

Esta mañana he recibido un mensaje por WahtsApp que decía “!Feliz Día del Maestro! ¡Qué tiempos aquellos! Un fuerte abrazo” y confieso que me ha sorprendido tanto como me ha agradado.  Me ha sorprendido porque hace ya muchísimos años que abandoné esa digna y meritoria  profesión y me ha agradado porque el remitente me ha recordado en esas lides y porque pienso que el Magisterio, al igual que el Orden Sacerdotal, imprime carácter y todo aquel que hizo esa carrera, aunque no la hubiera ejercido, mantiene un poso didáctico que sin percatarse de ello aplica constantemente a lo largo de su vida.

Qué tiempos aquellos, me decía mi amigo Ernesto. Qué tiempos aquellos digo yo  cuando recuerdo que fui el último maestro de Deyá, un pueblecito pequeño de la Sierra de Tramontana mallorquina del que hizo su pequeño paraíso el escritor inglés Robert Graves, mi protector frente a la Iglesia que me denunció al Régimen por aplicar al pie de la letra la Ley Villar Palasí en cuanto a las clases de religión. Tiempos del movimiento hippie en los que yo, a mis veinte años, lucía una poblada barba y una media melena, que allí parecía normal pero en mi pueblo hacía rechinar los dientes a más de uno.

La Escuela de Magisterio “Pablo Montesinos” de Madrid era un auténtico laboratorio pedagógico. Allí se estudiaban las nuevas técnicas y las nuevas corrientes de la enseñanza, que una vez practicadas en la escuela de primaria aneja a la misma se extendían al resto de las “Escuelas Normales” y a las escuelas públicas. Allí experimentamos con la ya olvidada matemática de los conjuntos, tres años antes de que se implantara en las  otras “Normales”. Por nosotros no pasó el “Mayo del 68” del que todos presumen y que muy pocos vivieron. Nosotros asistíamos  a clase obligatoriamente con corbata; ya éramos unos “señores” con apenas cumplidos los dieciséis años. El Régimen nos “pedía” que acudiéramos al Instituto de Estudios Sindicales  para hacer cursos de estudios sindicales y cooperativos, con los cuales se nos preparaba para ser los promotores del cooperativismo agrario incipiente.

Cuando accedimos a la escuela, unos con la oposición aprobada y otros sin ella, éramos lo que se conoce como “don sin din”. Mucha autoridad, mucho prestigio, mucho reconocimiento pero poco dinero. En eso seguíamos la misma tónica que nuestros antepasados a través de los tiempos. En la Delegación de Palma me dieron las gracias por ir a pedir una escuela; ser maestro en aquellos tiempos en los que un camarero de hotel ganaba como mínimo el doble era muy difícil y gracias al interés de los residentes extranjeros por aprender el idioma podíamos ir sobreviviendo.

Se criticaba mucho que los maestros vivieran en “guetos” en los pueblos, pero a pesar de ello, vivían en el pueblo y con los del pueblo y conocían a sus alumnos y a sus familias, sus alegrías y sus tristezas, sus problemas, sus carencias y aunque esto nos parezca ultramoderno, la educación personalizada ya se aplicaba entonces. Hoy en día las casas  de los maestros han desaparecido en la mayoría de los pueblos. Son muchos los maestros que ya no residen en los pueblos, si acaso de lunes a viernes y en gran parte con desplazamiento diario; el trato con los alumnos y con sus familiares es muy diferente, el conocimiento del medio familiar se ha reducido y aquellas categorías que distinguían a los maestros, autoridad y  prestigio ya se ha encargado esta sociedad moderna de tirar por tierra, en una alocada carrera por querer hacer de sus hijos  héroes de los que sea y en la que un preparador yudoca tiene más autoridad que el maestro de la escuela. 

“Si el niño aprueba es porque es listo. Si suspende es porque el maestro no trabaja lo suficiente”. Es la frase que define la nueva concepción familiar de la educación,  en la que la figura del maestro se encuentra muy devaluada sin que las autoridades en la materia hayan analizado los porqués y hayan tomado las medidas necesarias. Tengo bastantes compañeros y amigos en la enseñanza, veteranos ya en su mayoría y les observo un gesto de desilusión, de tristeza, de decepción, por lo mucho que han luchado y lo poco que la sociedad en general y los gobernantes en particular se lo han agradecido.

Leía esta mañana en la prensa que en la escuela primaria tan solo uno de cada cinco docentes es varón cuando hace cuarenta años eran mitad y mitad. Algo pasa para que la escuela ya no sea atractiva para el sexo masculino. Eso también deberían analizarlo los políticos. Las tendencias no cambian así porque sí. Que se lo hagan mirar.


miércoles, 22 de noviembre de 2017

GUERRA EN LA UNIVERSIDAD MANCHEGA


GUERRA EN LA UNIVERSIDAD MANCHEGA

Los estudiantes manchegos están en pie de guerra. De una guerra entre el Rectorado de la Universidad y la Consejería de Educación,- Universidad versus Junta-, en la que los estudiantes son como siempre carne de cañón, la fiel infantería de pocas causas propias y muchas ajenas. El espíritu rebelde de los pocos años, la incapacidad para apreciar matices entre el blanco y el negro, la facilidad para montarse la fiesta a costa de lo que sea; todo eso aprovechado hábilmente por quienes por intereses personales y políticos ven en esta masa de inconformismo la materia prima para montar la algarada ya sea para protestar por esto, por lo otro, por aquello o por lo que vendrá.

En la Universidad manchega hay problemas desde su misma creación, desde que  los criterios políticos se impusieron a los estrictamente académicos. La Universidad manchega es un pozo sin fondo donde cada vez entra más dinero y sale menos calidad. Los famosos recortes de Cospedal siguen siendo arma arrojadiza  y el Rector Collado que en su campaña de reelección daba por buena y muy sólida la situación económica, amenaza ahora con suprimir becas, dejar de contratar personal docente y administrativo y reducir el presupuesto para investigación si la Junta no aumenta hasta 160 millones los 140 que se contemplan en el borrador de los Presupuestos de 2018. En la otra parte, el portavoz de la Junta Nacho Hernando pide al Rector que deje de “chantajear y meter miedo” y le pregunta que si es que tiene algún agujero que no se conozca y le amenaza con una auditoría del Tribunal de Cuentas.

Habría que preguntar a ese Tribunal de Cuentas que nos dijera cuánto cuesta sacar un Diplomado en la Universidad manchega en relación a otras Universidades, históricas o creadas al amparo de las CCAA. La disgregación territorial de la Universidad de Castilla La Mancha, dividida en cuatro campus, Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo, con otras dos sedes en Almadén y Talavera y el campus de Guadalajara dependiente de la Universidad de Alcalá, supone un coste administrativo, de gestión y mantenimiento así como de personal funcionario, laboral y docente que tenemos que soportar los castellano manchegos solo porque los caciques políticos de los años ochenta querían Universidades y Hospitales a la puerta de su casa. Ya no es solo que haya esta disgregación territorial sino que ahora se impone la académica. Albacete tiene Medicina y Ciudad Real que es la sede no va a ser menos, también Medicina. Las antiguas Escuelas de Maestros y Enfermeras ahora convertidas en Facultades, también una por provincia, Derecho en Albacete y Ciudad Real, otras con igual cometido pero con nombres distintos repartidas por varios campus etc. Etc. Todas las sinergias que acarrearía la concentración echadas a perder por la cortedad de miras y la ambición de los políticos de aldea que caracterizan a esta Región.

En la Universidad manchega cuesta más dinero sacar un titulado que en otras Universidades españolas y además con una producción muy superior en algunas especialidades a la que la sociedad demanda, por lo que no solo sale cara sino que es una fábrica de parados, aparte de no figurar apenas en los ranking de calidad entre las Universidades españolas y europeas. Pero a los estudiantes se les calienta la cabeza con otras cosas, sobre todo con la amenaza de reducir las becas. Los estudiantes no indagan en las cuestiones políticas ni en cómo se gasta el presupuesto ni en si hay más o menos medios dedicados a investigación, ni si el Rector Collado tiene buenas o malas relaciones con Page y sus socios podemitas. Por suerte, la participación de los estudiantes en esta guerra política ha sido menos numerosa de lo esperado, no porque las manifestaciones fueran convocadas por la NNGG o porque hubiera un frente de jóvenes socialistas defendiendo la política de Page sino porque a unos y a otros se les empieza a ver el plumero y hay quien ha elegido la calle y muchos más los que se han quedado estudiando, que es su oficio.


La ambición de los políticos de aldea que gobiernan Castilla La Mancha ha llevado a  la Región a contar con la formación universitaria y la sanidad más caras de España. La mayor disgregación universitaria y la mayor concentración de hospitales conocidos en España, sirvan o no a los intereses de los castellano manchegos pero sí al de sus gobernantes. Y mientras tanto, a pagar impuestos, que en Fuensalida saben cómo darles aire.



miércoles, 15 de noviembre de 2017

PUIGDEMONT Y PAGE, DOS HUÍDOS DE LA REALIDAD






PUIGDEMONT Y PAGE, DOS HUÍDOS DE LA REALIDAD


Crece como hongos la opinión de quienes creen que Puigdemont está fuera de este mundo, en Babia, en la luna de Valencia, en la inopia, en el limbo, en una realidad que ya no se corresponde con la que actualmente se vive en España. Puede que lleven razón. Hay un dicho muy castizo que asegura que “el camino se acaba pero el tonto sigue” y no creo yo, en mi humilde opinión, que el camino de “Cocomocho” tenga otro recorrido que no sea el que conduce a Alcalá Meco. Puigdemont sabrá seguramente que allí se acaba el camino, pero él sigue dando la vara, apoyado por doscientas varas de alcalde, nunca mejor consideradas como armas, que éstos tuvieron que facturar camino de Bruselas por temor a que hicieran de ellas el mismo uso que en sus respectivo ayuntamientos.


Hay cuatro apuntes que yo haría de lo que el Gobierno debe acometer en un plazo cortísimo para solucionar males futuros. 


El Gobierno debería elevar una protesta ante el Gobierno de Bélgica por permitir que un prófugo de la Justicia española se permita organizar manifestaciones y actos públicos antiespañoles en la capital belga. Igualmente, el Gobierno debería impedir que un prófugo de la Justicia española pueda presentarse a unas elecciones en España y que organice su campaña en territorio belga. Puigdemont no puede tener el mismo tratamiento que Junqueras y otros investigados, unos dentro y otros fuera de la cárcel. Al menos ellos dieron la cara y están organizando su defensa con los medios a su alcance dentro de España. No están condenados luego tienen todos los derechos civiles que cualquier otra persona. No en cambio Puigdemont, que está fugado y con orden de busca y captura. Este sujeto no debería intervenir en un proceso electoral a menos que volviese a España y respondiera de sus actos ante la Justicia como ha hecho los demás. Una campaña electoral dirigida desde Bruselas y con lo que ahora se conoce de interferencias rusas y venezolanas en las redes, solo puede perjudicar la imagen de España y poner en cuestión por demasiado garantistas la Constitución y las Leyes.


Los efectos del 155 siguen siendo una quimera mientras los medios de comunicación sigan reconociendo y defendiendo el “Gobierno legal de la República Catalana”. A los medios privados se les ha acallado cerrándoles el grifo al que les tenía acostumbrados la Generalidad. Pero quedan atrincherados los medios públicos, TV3 y Cataluña Radio, que siguen intoxicando al personal y difundiendo mentiras y soflamas contra la opresión española y sus presos políticos. Mientras no se intervengan estos dos medios públicos no podrá garantizarse la neutralidad en el proceso electoral. En la misma situación, aunque se trate de entidades civiles, deberían vigilarse sus actos e investigarse su financiación para colocar  fuera de la ley a Omnium Cultural y ANC, que son parte importante en la estrategia y logística del movimiento independentista.


El tercero de los apuntes pasaría por aconsejar a quien proceda que harían un gran favor a España aplicando a Junqueras y Cía. el mismo tratamiento que a Forcadell y su tropa. El victimismo que Junqueras busca como apoyo a su campaña si sigue en prisión es darle un trato de favor sobre otros candidatos que concurren a elecciones con un programa de gobierno, que de eso se trata en Cataluña, de volver a la normalidad gobernando para todos los catalanes, no de convertir en plebiscitarias una selecciones en las que los buenos estarían en prisión o exiliados mientras que los malos serían los inquisidores, franquistas y demás calificativos.


Por último, sin una purga en el sistema educativo catalán, allá donde se demuestre que ha habido adoctrinamiento e intoxicación en las aulas, no se cortará el cáncer que se extiende por las escuelas catalanas, no tanto en las ciudades como en el medio rural donde la presencia de España es prácticamente nula.


También crece como los hongos la opinión de que García-Page está huido de la realidad castellano-manchega. Entre los malos consejeros, de los que sospechan de puertas adentro en el mismo PSOE y la presión a que está sometido por quienes le mantienen en Fuensalida, lo cierto es que Page deambula por la geografía manchega convertido en un “don promesas”, diciendo a la gente lo que quiere oír pero alejándose cada día más de quienes, dentro o fuera de la región, le pueden mantener en la poltrona.


Ha aparecido por Yeste a limpiar su mala conciencia y engañar de nuevo a los afectados por el incendio ofreciendo –a TRAGSA- 500.000€ para la recuperación medioambiental y arreglo de infraestructuras dañadas. A TRAGSA y a otras pequeñas empresas montadas en torno a la Consejería que se comerán el presupuesto sin que los directamente afectados en sus propiedades y negocios  tengan ayudas directas y compensaciones. Bono hizo lo mismo en 1994 cuando prometió  dos mil millones , de los cuales los vecinos de Yeste apenas vieron las sobras.


En Albacete se decanta por defender al bando susanita en  el Congreso Provincial frente a los que dominan el futuro del Partido, los sanchistas, que animados por las posibilidades futuras del líder están en pie de guerra contra el viejo aparato plagado de corruptos y parásitos. Page se inclina por quien no le va a poder dar nada y se enfrenta a quien puede mantenerlo. Si en su peregrinación por las nubes perdiera, que es muy posible, la opción de gobierno en las próximas elecciones, su cadáver político será pasto de los buitres, muchos de ellos de los que ahora le adulan.