viernes, 10 de julio de 2009


HISTORIAS DE LOS TORCADES: 3.- LA CONTIENDA DEL RIO VERDE (JÚCAR)


La trágica muerte del Caudillo Lerdicio convulsionó la pacífica vida del pueblo Torcade. Unos años antes habían fallecido los dos hijos varones mayores, habidos con la primera esposa Helinda.
El mayor, Saltorio, marchó a una cacería invitado por el caudillo oretano Antagesio en los alrededores de la montaña sagrada Almenara, en lo que hoy se denomina la Sierra de Alcaráz. Tenía veinte años, era fuerte, inteligente y audaz. Desde pequeño había salido de caza con su padre y conocía todos los secretos de la misma.
En una batida de jabalíes se adentró, siguiendo a su perro, en la “cueva de la mala entrada”. Pasadas unas horas y viendo que no salía, entraron a buscarle hallando parte de su cuerpo y el de su perro devorados por un enorme oso que dormitaba satisfecho y al que dieron muerte en el instante. Fue enterrado allí mismo, al pie de la cueva y las exequias duraron varios días, asistiendo a ellas todos los jefes de los poblados vecinos. Posteriormente se colocó un gran monolito ante su tumba que ordenó levantar su padre.
El segundo hijo Elicio también sufrió un trágico desenlace en otra cacería. Los jabalíes destrozaban por la noche los pocos cultivos de que disponían en la ladera sur de las torcas. Una noche de luna llena se juntaron unos cuántos jóvenes y les hicieron una espera. No tardaron en aparecer los marranos y empezó una brutal persecución de hombres y perros que los dejaron diezmados.
Elicio y otro compañero suyo perseguían un jabalí que corría monte arriba en dirección a las torcas. Se encaminó el marrano por una pequeña hoz sin salida que conduce directamente a la torca grande, donde una gran roca que sobresale como medio metro del suelo, oculta de la luna en una zona de sombra, sirve de parapeto (lo que siempre se ha conocido como “el balcón”) En su estrepitosa huída el jabalí se precipitó al vacío seguido desafortunadamente por sus dos perseguidores. Fueron enterrados en la torca a pesar de la oposición de su padre que conservaba maL recuerdo desde el entierro de Jabalón.
El tercer hijo de Lerdicio y Helinda, Esclerotex, fue elegido a los dieciocho años jefe del pueblo Torcade por el consejo de ancianos en trágicas circunstancias. Su padre Lerdicio yacía sepultado en vida bajo un enorme menhir entre las dos torcas, sin posibilidad humana de ser rescatado.
Esclerotex era de complexión débil. Padecía frecuentemente de reumas que menguaban sustancialmente su movilidad. Consciente de su debilidad física siempre rehuía las manifestaciones de fuerza como la caza y preso de una profunda melancolía se refugió, como hiciera su padre, en el estudio y observación de los astros y dejó los asuntos de gobierno en manos de su madre Helinda y su esposa Suintra, hija menor del caudillo de los Hortelenios, Horítemo; única mujer con la que yació y de la que tuvo un solo hijo que le sucedería a muy temprana edad, Ustorgio.
Esclerotex fue perdiendo movilidad y sus músculos agarrotados le postraron en el lecho falleciendo apenas cumplidos los cuarenta años.
A la muerte de Esclerotex, las otras dieciséis mujeres de su padre Lerdicio, algunas de ellas con hijos de parecida edad, conspiraron para impedir la elección de Ustorgio, apoyadas por algunos de los los jefes de sus respectivos poblados de origen. Estas eran: Trípana, hija de Hornulio, caudillo de los Puteones; Tolonia, hija de Humedeo, jefe de los Riolas; Uséfora, hija de Urreón, jefe de los Júrculos; Levigia, hija de Virgonio, jefe de los Santanos; Ortonia, hija de Horítemo, caudillo de los Hortelenios; Putrecia, hija de Saltorio, jefe de los Pantanotes; Eurepa, hija de Sérbulo, jefe de los Cañátulos; Marselia, hija de Genarex, jefe de los Térbulos; Capraia, hija de Antagraz, jefe de los Talayotes; Semanda, hija de Temifesto, jefe de los Testerones; Nerunda, hija de Orlonio, caudillo de los Harones; Silvela, hija de Bonifax, jefe de los Minaios; Polvania, hija de Barraigón, caudillo de los Barrátulos; Rusela, hija de Serpicio, jefe de los Munérulos; Cloranta, hija de Bacín, caudillo de los Tocones; Salvinia, hija de Gertrote, jefe de los Gentucios.
Frente a ellas, Elinda, primera esposa de Lerdicio y madre de Esclerotex, hija del poderoso caudillo de los Rodenos, Argucio.
Gracias al apoyo de su abuela paterna Helinda y de su abuelo materno Horítemo consiguió Ustorgio del Consejo de Ancianos ser elegido jefe de los Torcades frente a su primo Venildo al que apoyaban las otras mujeres de Lerdicio.
Ustorgio fue elegido jefe de los Torcades a la temprana edad de catorce años. Su madre Suintra y su abuela Helinda habían gobernado a la sombra de Esclerotex y su elección causó malestar en otros poblados vecinos, aquellos a los que Lerdicio se había ganado con su política matrimonial.
A diferencia de su padre, era de complexión fuerte y su robustez y altura le hacían representar más edad de la que tenía. Desde muy corta edad había acudido a las cacerías acompañando a los hombres del poblado y conocía muy bien el monte así como los animales y sus costumbres. A los doce años ya había matado un jabalí habiendo sido premiado por sus acompañantes con la primera experiencia sexual con una mujer ya madura, esposa de uno de ellos.
Una vez conseguido el poder olvidó Ustorgio las afrentas recibidas de sus parientes para no enemistarse con los poblados vecinos aunque en algunos casos no lo consiguiera. Centró su interés en recuperar el esplendor de la época de su abuelo Lerdicio y su bisabuelo Jabalón.
Consciente de que sus vecinos eran en su mayoría agricultores, pastores y cazadores pero no guerreros, puso en práctica una idea que ya le rondara desde niño, convertir en guerreros a muchos de los jóvenes Torcades, buenos y experimentados cazadores y formar un pequeño ejército que le otorgara la supremacía sobre sus vecinos.
Su ejército mercenario protegía a las aldeas de sus enemigos o las alimañas a cambio de unos impuestos en especie que se cobraban anualmente. En unas ocasiones arbitraba en los conflictos fronterizos, en otras sometía a algunos poblados levantiscos o ayudaba en las cacerías de alimañas que destrozaban los cultivos y mataban el ganado; de todo un poco pero siempre dejando claro donde estaba el poder y la fuerza.
Creó dos nuevos asentamientos Torcades junto a los pozos situados en los montes próximos hacia el saliente. (hoy conocidos por “La Hoz” y “La Olivilla”) Extendió su territorio hasta el Río Verde sometiendo a los Riolas y quedando dueño de la ribera desde los Hortelenios hasta los Júrculos y exigió vasallaje a todos los poblados colindantes, incluyendo en el impuesto anual un número determinado de mujeres jóvenes ante la escasez de éstas entre los Torcades por un crecimiento exagerado del nacimiento de varones.
Tuvo varias esposas siendo la primera Melunda, nieta del caudillo de los Riolas, Humedeo, que la ofreció a Ustorgio como parte del botín tras la conquista del poblado, sellando al tiempo una alianza que hábilmente tejió Ustorgio al mantener a Humedeo como caudillo de su pueblo a condición de prestarle vasallaje.
Conforme fue afianzando su autoridad, hecha la paz con algunos y sometidos algunos otros, apenas quedaban entre sus vecinos quienes estuvieran dispuestos a plantarle cara. Esto hizo que disminuyera la tensión y las ganas de guerrear permitiendo a Ustorgio dedicar más tiempo a las cosas domésticas como atender asuntos de sus numerosas mujeres y de sus no menos numerosos hijos, sin abandonar las tareas de gobierno, aunque todo esto junto no consumiera más de la mitad de su tiempo. El resto lo dedicaba a sus actividades favoritas, comer, beber, cazar y fornicar en prolongadas orgías, tanto en su territorio como en el de sus vecinos llegando a cobrar fama de fanfarrón así como de voraz e insaciable. Comía de todo y en abundancia, más bien con exageración y lo mismo bebía. Entre sus favoritos estaban el ciervo, el jabalí, el conejo y algunas aves. Como bebida consumía grandes cantidades de vino y de una bebida hecha a base de cereales parecida a la cerveza.
El año que hizo veinte de sus elección y bien avanzado el verano, envió a sus hombres a recorrer los poblados en los que había que cobrar tributos, acompañados de numerosas bestias que deberían volver cargadas de cereal y unos poco perros para ayudar al traslado de cabras, ovejas y cerdos.
Cuando sus hombres comenzaron a recorrer el río ya se oyeron los primeros lamentos de Hortemio, jefe de los Hortelenios, quejándose de la mala cosecha habida ese año lo que les forzaba a no desprenderse de demasiados animales que les habrían de servir de sustento en el largo invierno. Igualmente se lamentaba Humedeo, caudillo de los Riolas y primer suegro de Ustorgio.
Enterado Ustorgio de las dificultades que estaban teniendo sus recaudadores, se decidió él mismo a visitarlos acompañado esta vez de numerosos guerreros y con la intención de hacerles recordar sus compromisos.
Negoció una rebaja para ese año haciéndoles jurar que tal rebaja sería aumentada en los tributos del año siguiente.
Corrió la noticia de la rebaja encubierta de Ustorgio y llegado a oídos de Urreón, jefe de los Júrculos, pensó éste que tal actitud en Ustorgio era un signo de la debilidad del mismo por lo que planeó junto con su vecino Virgonio, jefe de los Santanos, negarle el pago de los tributos, a sabiendas de que tal negativa conduciría inexcusablemente a la guerra entre ambos.
Mientras Ustorgio disfrutaba en el poblado Riola de una de sus acostumbradas orgías, los recaudadores comandados por su hijo mayor, Sefronio, se adelantaron hasta el poblado de los Júrculos donde nada más llegar fueron hechos prisioneros.
Conducidos a presencia de Urreón y de su aliado accidental Virgonio, se les comunicó que uno de ellos iría a comunicar a Ustorgio la noticia y la promesa de liberar a los prisioneros a cambio de retirarse de sus territorios y renunciar al pago de tributos.
Oído que fue el ultimátum, el caudillo Torcade montó en cólera y envió a su hombre de confianza Bautistonio a reclutar cuántos guerreros pudiera para ajustar cuentas a los levantiscos Júrculos y Santanos.
Consiguió reunir un grupo numeroso de guerreros y con ellos se dispuso a cercar a los Júrculos hasta conseguir su claudicación. El poblado, situado en una ladera orientada al mediodía y con el río por medio no ofrecía demasiadas dificultades, así que acampó con sus guerreros en lo alto del cerro profiriendo un ensordecedor griterío y haciendo sonar los tambores para hacer creer que eran mucho más numerosos.
Los Júrculos, poco acostumbrados a estas lides pues eran un pueblo de labradores y pastores fueron presos de pánico y a punto estuvieron de huir río abajo abandonando todas sus posesiones. Cuando Urreón palpó el escaso arrojo de sus gentes intuyó que una victoria de Ustorgio podría ir acompañada de una traición de Virgonio por lo que convocó al Consejo de Ancianos y al brujo Calamitax el cual elaboró un plan que aún levantando muchas dudas fue aprobado por todos. El plan consistía en lo siguiente: Sabiendo la inferioridad de sus fuerzas frente a los entrenados guerreros Torcades sería un desastre entrar en batalla, dejando esta opción para cuando ya no hubiera otra posibilidad. Conociendo también lo bravucón y fanfarrón que era Ustorgio pensaron retarle personalmente a un combate con Urreón, confiando en que la corpulencia de éste como su descomunal fuerza y la corta diferencia de edad con su rival inclinara la suerte a su favor.
La propuesta que hicieran a Ustorgio consistía en una competición que duraría quince días, al cabo de los cuales saldría vencedor el que hubiera cazado y llevado hasta el poblado el ciervo con mayor número de puntas y además hubiera comido más carne y bebido más vino. Si el ganador era Ustorgio los Júrculos le devolverían a su hijo y pagarían los tributos del año. Si por el contrario ganaba Urreón los Torcades debían retirarse renunciando al cobro del tributo además de pagar un rescate por Sefronio.
El brujo fue también el encargado de la negociación. Cuando llegó a las líneas enemigas pidió hablar con Ustorgio y le expuso el plan no sin antes deshacerle en alabanzas de su fortaleza y poderío.
Tan ridículo y fácil pareció a Ustorgio el plan de Calamitax que en medio de grandes carcajadas propuso al brujo añadir una prueba más que consistía en copular el mayor número de veces con mujeres, esclavas o libres, de Júrculos y Santanos.
Volvió el brujo a su poblado y comentó la propuesta de Ustorgio, que fue aceptada al momento con lo cual el brujo hizo la señal convenida, una gran hoguera humeante de ramas verdes. A la vista de la señal los dos contrincantes se trasladarían a los terrenos de caza acompañado cada uno por dos guerreros del contrario para dar fe de la caza y evitar trucos y engaños. Mientras tanto en las afueras del poblado junto al río se prepararon sendos hornillos para asar la carne y llevaron numerosas vasijas con vino y otras bebidas. Un poco retirada de los hornillos se construyó una gran choza de ramas donde tendría lugar la prueba con esclavas. Al tiempo algunos cazadores se internaron en los terrenos de caza de los Santanos para proveer de carne a los dos competidores. El jefe de los Santanos observaba divertido el montaje a la vez que contrariado viendo que no iba a sacar tan buen partido como tenía planeado.
Al atardecer del primer día apareció Ustorgio con un ciervo de dieciséis puntas, arrastrado sobre unas improvisadas parihuelas por los dos guerreros. Ya bien entrada la noche llegó Urreón con otro ciervo, este con catorce puntas. Al conocerse l a noticia cundió la alarma en el temeroso poblado.
Al día siguiente, después de haber pasado la noche en la choza con las esclavas en un forzado empate, se sentó cada uno junto a su hornillo, a unos cincuenta pasos de distancia entre uno y otro, que les permitía observarse sin dirigirse la palabra aunque sí algunos gestos retadores. Cada uno estaba acompañado por dos guerreros propios y dos contrarios, los primeros para ayudar y vigilar los movimientos del rival y los segundos para tomar nota de lo consumido y de lo conseguido en la choza.
Hartos de comer y prácticamente igualados quedaban tendidos en el suelo dando unos ronquidos que espantaban hasta los pájaros. Cuando uno se levantaba y desperezándose se dirigía a la choza, los guerreros contrarios despertaban precipitadamente a su jefe para que no perdiera comba.
Así un día y otro; capones, conejos, perdices, jabatos, ciervos, cebollas y tortas de cereales, todo ello acompañado de ingentes cantidades de vino y algo parecido a la cerveza. Los guerreros tomaban nota de cada uno de los animales consumidos así como de su peso antes de ser asados; también de las vasijas vaciadas. Los comensales no se perdían de vista, ni comiendo ni en la choza donde cada uno intentaba superar al otro en número de cópulas Hasta quedar exhaustos.
El día decimotercero, después de haber consumido ya cada uno alrededor de un centenar de piezas y seis arrobas de vino, entraron en la choza y de nuevo intentaron superarse uno a otro en sus actuaciones. En ello estaban cuando Ustorgio, yendo ya por la octava vez, cayó de bruces inconsciente sobre la esclava Tinea. Sus ayudantes corrieron presto a socorrerle arrojándole agua y dándole golpes para reanimarle pero no hubo forma; Ustorgio estaba en coma y tardaría cuatro días en despertar.
Corrió la noticia como la pólvora por el poblado Júrculo que se apiñó cerca de su jefe sin sobrepasar la distancia permitida. Los Santanos congregados expectantes con su jefe al frente, que aceptó a regañadientes la noticia y por más que el ambiente de fiesta le rodeara su entrecejo no ocultaba su profunda decepción; porque el triunfo de Urreón sobre Ustorgio podía cambiar el equilibrio de poder en la zona en perjuicio suyo y de su pueblo.
La contienda tenía que durar quince días y Urreón, receloso de que su oponente despertara en cualquier momento con voraz apetito y vigorosidad, no dejó de comer y beber y visitar la choza, aunque ya con algo menos de entusiasmo. Al final del decimoquinto día Urreón salió de la choza blandiendo su espada con los brazos en alto y gritando de satisfacción. Su pueblo coreaba sus gritos mientras que entre los Torcades cundía el pánico por el estado físico de Ustorgio, la situación de su hijo y el temor al rescate que exigiera Urreón.
El día decimoséptimo despertó Ustorgio sobresaltado. Recorrió con la mirada la choza donde ya no quedaba nadie a excepción de sus dos guerreros y el brujo Calamitax que le había cubierto el cuerpo con apósitos y le hacia tomar un brebaje hechos ambos con hierbas silvestres. Preguntó a sus guerreros que había pasado y dónde estaban Urreón y las mujeres. Cuando oyó lo que le contaban montó en cólera y echando improperios agarró su falcata y a punto estuvo de clavársela en el vientre de no haber sido por la pericia de sus guerreros que se avalanzaron sobre él y le contuvieron.
.Fue Calamitax a comunicar la buena nueva a Urreón y al poco bajó éste acompañado del Consejo de Ancianos. Sentados en el suelo de la choza rodeando a Ustorgio, el anciano de más edad Dartecio habló pausadamente y con voz temblorosa le comunicó la decisión adoptada por todos ellos. Los guerreros Torcades tendrían que abandonar las tierras del río y volver a sus poblados del monte. Ustorgio y su hijo permanecerían en el poblado Júrculo hasta que los Torcades cumplieran con el pago del rescate, que consistía en cincuenta cargas de cereal, cien pellejos de vino, cuarenta ovejas, treinta cabras y diez caballos.
Tales exigencias cayeron a Ustorgio como si de un rayo se tratara. El pago del rescate pronosticaba un duro invierno para su pueblo pero lo que su orgullo no podía consentir era que sus guerreros volvieran a su tierra quedando él preso de su enemigo. Ustorgio trasmitió su pesar y disconformidad a los Júrculos. Les hizo ver que él nunca aceptaría ese estado y se daría muerte antes de verse cautivo, amenazando con que su muerte les acarrearía desgracias pues sus guerreros arrasarían el poblado, pasarían a cuchillo a todos los varones y llevarían a las mujeres como esclavas. A cambio ofreció dejar a su hijo y treinta guerreros como prisioneros hasta que les hiciera llegar el rescate exigido, que pensaba reunir en poco tiempo exigiendo un tributo especial a los poblados vecinos, por él sometidos o controlados.
Aceptaron los Júrculos y Ustorgio marchó con parte de sus guerreros, profundamente avergonzado de sí mismo por haber sido tan incauto y con la idea de venganza rondando por su cabeza. No tardó mucho en reunir todo lo exigido por los Júrculos. Lo mandó entregar y traer de vuelta a su hijo y los otros guerreros cautivos.
Llegó el invierno y la escasez de alimentos empezó a notarse aunque no llegara a ser preocupante. Ustorgio cambió su genio, se volvió hosco, esquivo y severo, violento y despiadado. Solo pensaba en vengar la humillación que le hicieran Júrculos y Santanos. Para la llegada del verano ya había duplicado el número de guerreros y les sometía a un feroz y bárbaro entrenamiento ...

Y así finalizó la primera contienda con los Júrculos, que pudo haberse ganado sin esfuerzo por los guerreros Torcades y en cambio se perdió por la bravuconería de Ustorgio que no valoró sino despreció las posibilidades de sus enemigos, algo que en un enfrentamiento nunca debe hacerse.

Paco del Hoyo, "6 Flores" nº 16, Diciembre 2008, "Relatos sisanteños"

EUROPA , LOS POLÍTICOS Y LA ABSTENCIÓN

Esto que escribo pasadas las elecciones europeas bien lo pudiera haber hecho antes porque el voto mayoritario, en este caso la abstención, ya se preveía y los pronósticos no han fallado. No es el caso de Sisante donde el porcentaje de votantes ha superado el 60%.
Está claro que a mayor interés del electorado mayor participación y lo mismo ocurre al contrario.
Hay varias razones por las que el electorado se abstiene; una puede ser la falta de interés sobre el significado y contenido de algunas elecciones. Otra puede ser por un exceso de confianza a priori en unos resultados predecibles.
Cuando los electores no se sienten motivados se quedan en casa y cuando sospechan de unos resultados ya asegurados hacen lo mismo.
El ejemplo de lo primero ya lo tenemos en las elecciones europeas. Como ejemplo de lo segundo, el caso de muchos electores andaluces o extremeños que no acuden a las urnas, unos porque se saben ya perdedores y otros porque tienen segura la victoria, Solo donde hay posibilidades de cambio se encienden los ánimos o las alarmas y se participa masivamente.
Pero ¿Cuál es la principal causa que motiva la abstención? Seguramente la desmotivación de los votantes viene dada principalmente por la desconfianza en la clase política.
¿Y por qué desconfía la gente en la clase política? Por varias razones, por ejemplo:
La clase política se ha hecho profesional. La incursión temporal en el mundo de la política es cada vez más escasa. Ahora los políticos son profesionales; viven de la política, desde los niveles locales hasta los supranacionales. Es curioso el diálogo de dos mujeres andaluzas: “mi marido trabaja en el paro, ¡ah, pues el mío está en eso de la política!”.
¿Y qué es lo que ocurre cuando el político es profesional?, Pues que lo más importante para él es mantener el puesto y el sueldo. La gestión política queda subordinada al interés personal en perjuicio del interés público o general. Valga como ejemplo el Presidente Zapatero, cuyo único trabajo remunerado a lo largo de su vida ha sido el de político.
La clase política se está volviendo egocéntrica, aborregada e inútil, Con mirarse el ombligo y decir “si” a todo se complace a sí misma. Para colmo de males está muy bien pagada y poco controlada y el absentismo roza la desvergüenza.
Lo más importante para el político es mantener el voto y si hay que pagarlo se paga; véase el PER en Andalucía, el derroche de dinero de los viajes del INSERSO o la picaresca de una alcaldesa de la sierra albacetense regalando a las mujeres canutos de hilo.
La publicación de algún listado con los haberes que perciben los políticos de primera línea, en un país con casi cinco millones de parados, nos ha permitido conocer hasta que punto la poca vergüenza y el desprecio a los ciudadanos se ha instalado entre ellos, sea cualquiera su nivel porque ya el sueldo de un alcalde casi de aldea o el de un simple diputado provincial dan para vivir holgadamente.
Pero volvamos a la primera de las razones expuestas, la falta de interés de los ciudadanos en unas elecciones cuyo significado y contenido ignoran, como es el caso de las europeas.
¿Después de casi treinta años de nuestro bautizo como europeos de derecho, tiene el electorado español una idea clara de lo que es y supone Europa?, ¿conocen cómo se gobierna y cómo se gestionan los recursos comunitarios?, ¿saben qué es el Parlamento Europeo y cómo funciona?, y lo más importante, ¿saben cómo les afecta cualquiera de las decisiones que allí se tomen?
No, no saben absolutamente nada. Se nos ha vendido Europa como la lámpara mágica a la que todo se le pide y todo lo concede. Nos hacen ver a través de los miles de carteles desplegados por toda la geografía lo que Europa nos da pero no lo que nos cuesta ni lo que nos quita. Nos obligan a arrancar viñas para que otros países las planten; nos obligan a dejar los campos yermos mientras tenemos que importar los cereales básicos. Nos obligan a arrancar los olivos a favor de los italianos, que encima controlan la industria de envasado y distribución, Nos pagan por eliminar nuestra cabaña ganadera etc. etc. ; pero todo esto no nos lo dicen. Tampoco nos han dicho que en Europa estamos condenados a ser únicamente un país de servicios y que nuestra industria se encuentra en franco retroceso y controlada por capitales extranjeros.
La Unión Europea no va a hacer nada para que salgamos de la crisis. Allá cada cual, que se apañe como pueda. No hay una política común sino una guerra de intereses en la que priman los de los grandes con Alemania al frente. Hasta ahora hemos estado en el grupo de los que recibían pero de aquí en adelante estaremos en el de los que pagan, en plena crisis y con un porcentaje de paro de más del doble de la media de la Unión. Pagamos hasta las nóminas de miles de emigrantes comunitarios del Este, que una vez cobradas y repatriadas se gastan en productos del mercado alemán.
¿Nos han dicho acaso que el Parlamento Europeo para el que ahora hemos votado no sirve para nada? ¿y que quién parte el bacalao que es la Comisión Europea no se elige en las urnas?
¿Nos han hablado del ”chollo” que supone ser eurodiputado?, ¿de los desmesurados ingresos que perciben incluyendo desplazamientos gratis, comisiones, dietas y otras mil gabelas?
¿Nos han explicado acaso que la ampliación de la Unión estaba pensada para ampliar el mercado a los más poderosos, pagando los costes de la misma entre todos?
Nada nos han dicho los principales Partidos de cual es su opinión sobre esto y como piensan defender los intereses españoles llegado el caso y apenas ha trascendido a la opinión publica que, en varias ocasiones, una propuesta favorable a España presentada por un partido nacional haya sido votada en contra por otro partido también nacional . ¿No será que ellos mismos son los responsables de que a medio plazo y sin que se note nos hayamos convertido en un país de tercera fila o tercera velocidad?
Nuestros políticos no nos han hablado de Europa porque se han enzarzado en una guerra sucia de descalificaciones personales entre ellos. Los Partidos en España están continuamente en campaña por el calendario electoral tan complejo. Elecciones gallegas, vascas, catalanas, andaluzas, generales, europeas y resto de autonómicas y municipales. Siete convocatorias electorales en cada periodo de cuatro años no permiten espacios largos de sosiego ni facilitan acuerdos estables, a veces tan necesarios entre las partes.
Europa sigue siendo una incógnita. Un galimatías de intereses donde “el que más chifla, capaor”. Un aparato burocrático tan alejado de la realidad ciudadana que se ha convertido en fábrica de euroescepticos. Un “ente” lejano que está condicionando sobremanera nuestra forma de vida y en cambio solo interesa a menos de un cuarenta por ciento de la población. Creer en Europa hoy día no deja de ser un acto de fe y creer en nuestros políticos, también.

Paco del Hoyo, Revista "6 Flores" nº 18, Junio 2009, "Opinión"





miércoles, 29 de abril de 2009


¿QUÉ PASA CON LAS CAJAS ?

Las Cajas de Ahorro y las Cooperativas del Campo son las dos Instituciones, potenciadas y mimadas por el franquismo, que quizás hayan sufrido menos cambios en su estructura orgánica y en su normativa.
Las Cajas de Ahorro ya habían nacido muchos años antes, pero fue durante la Dictadura cuando se potenció el triángulo “Caja de Ahorros - Caja Rural – Cooperativa del Campo” creándose la estructura económica básica del mundo rural, alejada del otro en el que la Banca privada se dedicada a otros menesteres.
Desde la Institución benéfico-social encargada de canalizar el ahorro popular para potenciar el desarrollo económico, hasta las nuevas entidades modernas y competitivas , han cambiado tanto el marco en donde operar como las formas de hacerlo; pero a pesar del toque de modernidad, algo hay en las Cajas que huele a rancio; algo que hace tiempo debió ser actualizado y no se hizo.
Los Órganos de gobierno de las Cajas han sobrevivido hasta nuestros días, no así su composición. En la etapa franquista, la Asamblea General la conformaban en un 40% los Ayuntamientos, un 44% los impositores, el 11% las personas o Entidades fundadoras y un 5% los empleados.
A falta de colores políticos, los Ayuntamientos obtenían su representación atendiendo al volumen de sus depósitos en la Entidad. Los impositores, los mejor representados y atendiendo a un concepto obsoleto de lo que era el negocio bancario, solamente eran los que tenían determinado volumen de depósitos en la Entidad, no los que generaban negocio y beneficio para la misma, es decir , los ricos, los terratenientes, empresarios locales etc.; lógicamente nadie o casi nadie del pueblo llano. El 11% se lo repartían personas o Entidades fundadoras, Cámaras de Comercio, Colegios Profesionales etc. Y por último un 5% para los empleados, por aquella época, elegidos a dedo pero confirmados en las urnas.
La aparición de las Comunidades Autónomas supone un elemento más a participar del pastel del ya sustancioso negocio de las Cajas; así que se modifica la legislación para permitirles intervenir cuando no controlar a las Entidades, que empiezan a dejar de ser provinciales para convertirse en regionales y actuar en muchos casos como el banco oficial de la Comunidad. Las CC.AA. consiguen su representación en los órganos de poder de las Cajas en perjuicio de los impositores, no de los Ayuntamientos. Así en el caso de nuestra Caja regional, la composición de la Asamblea General, con un mínimo de 80 y un máximo de 200 miembros, pasa a estar formada por un 40% en representación de los Ayuntamientos, un 25% de la Comunidad Autónoma, solo un 22% de los impositores, 10% para los fundadores y 7% de consolación para los empleados ahora ya representados por los sindicatos.
La representación en los demás órganos de gobierno respeta estos porcentajes por lo que no caben sobresaltos ya que la Asamblea General, el Consejo de Administración, entre 15 y 19 miembros y la Comisión de Control , entre 5 y 9, están en las mismas manos.
No deja de ser curiosa la representatividad municipal en donde el 75% se elige teniendo en cuenta los depósitos por Provincia, cuando hoy las Entidades locales o provinciales concurren normalmente al mercado bancario para satisfacer sus necesidades financieras.
Y no deja de ser más curiosa, por antigua, la figura del impositor. Hoy se considera cliente de una entidad bancaria tanto al depositante de ahorros o excedentes, cliente de pasivo como al que dispone de préstamos, créditos etc., cliente de activo y ambos colaboran a establecer el beneficio de la Entidad. En el antiguo régimen se considera la figura del impositor como exclusión de quienes nada o poco tienen, dejando en manos de los pudientes el honor de manejar los hilos de la Entidad.
Quiero con esto llegar a hacer ver que el control y posterior manejo de las Cajas no se escapa a las manos de los políticos y aprovechando esta obsoleta legislación, aunque se renovara en parte en Julio del 97, se hacen dueños y señores de las mismas, pues con la suma de los representantes de la Comunidad Autónoma y los de los Ayuntamientos, de frecuentes mayorías similares, gozan de la mayoría suficiente para hacerlo.
Si a esto añadimos el complicado proceso de elección de unos y otros y la facilidad para manipular a priori el sentido de voto de los “impositores”, ya tenemos todos los elementos necesarios para llegar con el transcurso de los años a la situación que ahora contemplamos.
Una vez conseguido el disfrute del pastel había que pensar en quién poner al frente del mismo y, al igual que pasara en el Banco Exterior, Banco Hipotecario y otros Bancos del ICO, las Cajas se convierten en cementerios de políticos cesantes, en la mayoría de los casos desconocedores del oficio y sin ánimos de aprenderlo aunque sí de disfrutarlo.
Ya tenemos todos los condimentos para aderezar el potaje: Primeros niveles ocupados por cesantías políticas, control de la mayoría del Consejo de Administración, Comisión de Control y Asamblea General. Sencillo, la mar de sencillo.
El Presidente posiblemente no conoce el negocio bancario pero no olvida por quién está puesto. El Consejo de Administración también sabe a quién se debe y no va a defraudar al Presidente y mucho menos la Comisión de Control que lo verá todo perfecto, con el oportuno y negociado voto en contra de las minorías de sindicalistas y empleados, en su mayoría estómagos agradecidos, de vacaciones perpetuas y asiduos visitantes de los clubs sociales. Y no digamos de la Asamblea General, traje de domingo, viaje y bocadillo pagado (solo que en vez de bocadillo, comida “pa hincharse”; al estilo del antiguo régimen). ¡Joder, si es que son los mismos!, los mismos perros con distintos collares.
Canalizar el ahorro popular para hacerlo llegar allá donde la sociedad lo necesitara y … “los beneficios”, ¡Ay los beneficios!. Para ellos se crea una Obra Social en la que invertirlos; cuatro bancos aquí, dos papeleras allá, un concierto de la banda de música, un pintor del pueblo, … pero ante todo, ¿Qué mejor obra social que la encaminada a mejorar la vida de los propìos empleados?; sueldos muy por encima de la media del sector bancario, Clubs Sociales de ensueño, vacaciones casi gratis por todo el mundo, campeonatos deportivos a escala nacional, comidas, cenas, macro-cestas navideñas y un largo etc. Y todo esto al alcance de los curritos. De los del primer nivel ni hablamos.
La Obra Social está destinada por lo demás a financiar políticas sociales y menos sociales de los dirigentes autonómicos; y al margen de ella, cada vez cobra más peso la financiación de proyectos interesados en donde el amiguismo y el olor a podrido se palpan.
¿Qué importa si la Entidad gana o deja de ganar?. Si los resultados se pueden maquillar, cuando no disfrazar del todo como este año en la Caja que todos sabemos, y nadie va a venir a pedir cuentas. ¿Quién, los accionistas?, tontos, aquí no hay accionistas; aquí no hay quién venga a pedir cuentas, ni el Banco de España, que primero mira a quién se va a perjudicar políticamente antes de meter la gamba. Y además, aquí el Jefe no responde de nada ni por nada. En un Banco normal al presidente lo echan los accionistas a la calle (a no ser que el Banco sea suyo), y como ocurre en un club de fútbol, el entrenador depende del éxito del equipo y si no consigue resultados le ponen de patitas en la calle. En las Cajas no. Aquí un Presidente junto con su equipo directivo, comandados y teledirigidos por el político autonómico de turno (y no hago distinciones) no responden de nada. A lo sumo y si el entuerto ha sido grave, se les nombra para otra cosa, que además se adorna de forma que parezca un ascenso o un premio a su gestión.
A modo de conclusión hay que reconocer dos cosas que son ciertas, una, que las Cajas son una parte muy importante del sistema financiero español; otra, que en general han estado y están muy bien valoradas por la sociedad española, pero tan poco es menos cierto que la legislación de Cajas se ha quedado antigua y desfasada; que han tenido la desgracia de caer en manos de la clase política que las está utilizando en su beneficio; que es necesario un mayor control de las mismas por parte del Estado, de forma objetiva y sin criterios políticos; que no pueden seguir compitiendo desleal e irresponsablemente en el mercado financiero del Siglo XXI ; que no pueden prescindir en su gestión del consagrado objetivo de rentabilidad ni deben lanzarse a una política de expansión sin límites que lo ponga en peligro; que las que tengan que desaparecer por su mala gestión, lo hagan pronto y sin echar mano del dinero de todos y que los que las dirigen deban responder ante la Justicia de sus desaguisados.


De nuestra Caja regional, “Caja Castilla la Mancha” no voy a comentar más allá de lo que todos hemos oído, sabemos o intuimos. Al cierre de esta edición, la situación es que La Caja ha sido intervenida por el Banco de España y parece ser que está en quiebra, que se quiere sanear (tapar el agujero) con dinero público (de todos) y una vez saneada, se pretende (pretendía) vender (fusionar) a una Caja andaluza radicada en Málaga (ahí al lado).
No voy a hacer leña del árbol caído y menos desde el observatorio político, pero aquí sí que, como castellano-manchegos y contribuyentes, no debemos permanecer en silencio ante lo que se avecina y debemos ejercer nuestros derechos como ciudadanos y contribuyentes, porque:
- Si es verdad que hay un agujero de tales proporciones, hay que averiguar las causas por las que se ha producido y depurar responsabilidades de gestores y políticos.
- El Estado no debe usar el dinero de todos los españoles para tapar agujeros producidos por gestores de conductas como mínimo éticamente reprobables.
- Caja Castilla la Mancha supone solamente el 1% del monto total del sistema bancario español, sin embargo se habla de que para tapar el agujero habrá de consumir alrededor del 40% del total del Fondo de Garantía, es decir, para sanear el supuesto podrido 1% de la manzana bancaria hay que gastar casi la mitad del dinero reservado para todo el sistema.
- Pero es que si en el caso de CCM el Estado optara por esta vía de solución, una vez saneada y depuradas responsabilidades, ¿qué necesidad hay de venderla a nadie?
- La consigna, por más que se repita, de que sumadas las dos Cajas serían la quinta del país es tan infantil que no se sostiene en pié. Habría una Caja andaluza, la quinta de España,( donde se habrían colocado en lugares preeminentes los gestores responsables del desastre de CCM) , con una amplia instalación en Castilla la Mancha lo mismo que ya tenemos una amplia red en la región de las dos primeras, La Caixa y Caja Madrid.
- ¿Recuerdan aquella interpelación en el Congreso al Director del Banco de España Mariano Rubio en la que el Sr. Hernández Moltó le decía “Míreme a los ojos”. Hay frases “bumerán” y ésta es una de ellas.
Paco del Hoyo

"6 Flores" nº 17, Marzo 2009,Carta del Director"

viernes, 20 de marzo de 2009

LA VIOLENCIA DE GÉNERO
Hoy se celebra el día contra la violencia de género y aunque esta carta va a ser leída un mes después, bien merece reflexionar sobre un asunto que para entonces y por desgracia seguirá siendo de actualidad. No es fácil sintetizar en dos páginas lo que tanta literatura ha generado, así que me voy a limitar a dar unas cuantas pinceladas que inviten a la reflexión.
Desde que el mundo es mundo, como suele decirse, todas las culturas y civilizaciones han establecido una línea muy clara de la división de funciones entre el hombre y la mujer, siempre condicionada esta última por los problemas derivados de la maternidad. El hombre fue cazador, luego agricultor, más tarde ganadero, después artesano y al final industrial. En todo este proceso la mujer curtió las pieles, sembró y recolectó, ordeñó los animales y manufacturó sus productos, trabajó los telares etc. y además de todo esto parió y crió a sus hijos al tiempo que cuidó y alimentó a la familia. Cierto es que el trabajo del hombre hasta hace bien poco le dejaba escaso margen para otras actividades, como cierto es también que cualquier cambio en la situación laboral de la mujer no la ha desligado de las labores domésticas. Ni la revolución francesa ni la revolución industrial ni la revolución comunista liberaron a la mujer de su carga a pesar de consagrar principios de igualdad y oportunidad para ambos sexos.
No obstante, la revolución industrial que incorporó masivamente a las mujeres al mundo laboral, la valiosa intervención de éstas en ambas guerras mundiales y la resolución con que resolvieron la difícil situación de las posguerras, hizo crecer en el mundo occidental un reconocimiento de su capacidad ,que les permitió, con paso lento pero firme, conquistar sucesivas parcelas de opinión y de poder.
La revolución femenina (por llamarla de alguna forma) es la mayor revolución social desde la revolución industrial y trata de aproximar hasta igualar en derechos, deberes y libertades a los individuos de la sociedad moderna sin discriminación de sexo. Por desgracia este movimiento femenino no está teniendo el mismo eco fuera de nuestra civilización occidental y aún dentro de ella con muchos niveles y matices,( en Francia e Italia no consiguieron las mujeres el derecho al sufragio hasta 1945 y en Suiza hasta 1974) pero es evidente el alejamiento que se va produciendo respecto a otras culturas, quizás más antiguas que la nuestra donde aun permanecen valores culturales distintos, tan arraigados que dificultan cuando no imposibilitan cualquier evolución en la consecución de los derechos más elementales.
Pero todas las revoluciones son cruentas y en mayor o menor medida todas pagan su tributo de sangre. La femenina se ha caracterizado por ser la menos violenta de cuántas hemos conocido y fundamentalmente por dos razones, la primera porque se está dilatando en el tiempo, con pasos cortos pero seguros y la segunda porque viene acompañada de una evolución cultural que permite aceptar como normal lo que tiempo atrás hubiera parecido aberrante. Cuando alguna de estas dos razones se invierten los resultados pueden llegar a ser catastróficos. Éste y no otro es a mi entender el problema de nuestra sociedad actual española, que deriva a una situación excepcional ofreciéndonos cada día un espectáculo bochornoso.
Los orígenes de este movimiento / revolución fueron diferentes según de que país se tratara; así en plena efeverscencia de la Francia revolucionaria, Olimpia de Gouges publicó la “Declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana” dando lugar a un incipiente movimiento que se frustró al ser ésta ejecutada por la dictadura jacobina. Los movimientos posteriores fueron acallados por la enorme influencia de la Iglesia entre la población femenina francesa, no habiéndose consolidado el derecho al sufragio femenino hasta el año 1945.
En el Reino Unido Lydia Becker creó la “Asociación Nacional para el Sufragio de las Mujeres” después de haber visto rechazada en el parlamento la propuesta de John Stuart demandando la legalización del voto femenino. No obstante, a comienzos del siglo XX el 70% de las solteras entre 20 y 45 años tenían trabajo remunerado.
En USA el analfabetismo femenino ya estaba erradicado a principios del siglo XIX y la contribución de las mujeres en la lucha por la abolición de la esclavitud fue notorio, pero la Guerra de Secesión consiguió el derecho al sufragio de los negros y en cambio lo negó a las mujeres a pesar de su participación activa y comprometida en la contienda. Ello dio lugar a la creación de la “Asociación por el Sufragio de la Mujer” que cimentó el primer movimiento feminista de corte radical.
En España a finales del siglo XIX el 70% de la población femenina era analfabeta y aunque hubo voces que se levantaron por la igualdad de la mujer como la escritora gallega Emilia Pardo Bazán o la penalista Concepción Arenal y el avance educativo conseguido por la Institución Libre de Enseñanza, la presión de la sociedad y de la Iglesia truncaron sus propósitos
Como he apuntado anteriormente, en algunos países europeos y del norte del continente americano, la revolución industrial atrajo al mundo laboral a multitud de mujeres que sintieron la necesidad de organizarse para luchar por unos horarios y unos salarios justos y equiparados a los masculinos. A continuación, y antes de haber conseguido todo lo anterior, hicieron valer sus derechos como personas exigiendo su derecho al sufragio en igualdad con los hombres hasta conseguirlo.(en Inglaterra, Alemania y Holanda en 1918, USA en 1920, Suecia 1921, España 1931 ) Pero todo esto no se hizo en un día. Se realizó a lo largo de todo el siglo XIX y principios del XX. Mientras tanto, la España eminentemente rural y profunda, que para colmo acababa de perder las colonias, apenas dejaba abierto un hueco por donde colarse el tren de la modernidad.
Llegó la primera guerra mundial y esas mujeres tuvieron que sustituir en las fábricas a los millones de hombres movilizados. Gracias a ellas se aseguró el aprovisionamiento de armas y enseres en los frentes. Al final de la guerra millones de ellas quedaron viudas, en países desolados y con coberturas sociales inexistentes. Se ganaron palmo a palmo y día tras día su autoridad moral y su prestigio social.
No acababan de reponerse de las calamidades de los veinte años anteriores cuando una nueva tragedia arruinaría sus expectativas de futuro. La segunda gran guerra les hizo volver a las fábricas y los hospitales y entre momentos de dolor y de esperanza fueron haciendo cañones, tanques, barcos, mantas, vendas y latas de conservas. Al final, bastantes millones más que en la primera contienda quedaron viudas. Siguieron cubriendo puestos en la renaciente industria de la posguerra y poco a poco llenando las universidades. De nuevo estaban conquistando parcelas importantes sin posibilidad de marcha atrás; así hasta nuestros días.
Mientras todo esto ocurría en Europa nosotros pasamos el siglo XIX arrastrando el arado en un país caciquil y feudal. Fue un siglo desgraciado en la historia española, que comenzó con la guerra contra los franceses, continuó con las guerras carlistas y terminó con la pérdida de las colonias Y llegados al siglo XX, nos pasamos el primer tercio en disputas internas que acarrearían trágicas consecuencias, que no debemos olvidar ni tampoco debemos tener tan presentes hasta el punto de traumatizar nuestra convivencia futura.
Nuestras mujeres solteras apenas conocieron las fábricas fuera de Madrid, Barcelona o Bilbao. La sociedad española era sobre todo una sociedad rural en donde el papel de la mujer no había evolucionado desde siglos atrás. Las pocas libertades conseguidas antes de la guerra murieron con ella. La dictadura las condenó a ser únicamente amas de casa.
La labor de la dictadura en el campo de la igualdad femenina fue devastadora. La “unión temporal de empresas Régimen & Iglesia” veló por mantener a nuestras mujeres “puras y castas en pensamientos, obras y deseos”; esposas y madres según el modelo mariano impuesto por la Iglesia, con dependencia casi total del marido y acceso a la educación superior casi restringido a las elites económicas y políticas. Si esto era grave, la involución cultural no lo fue menos y cuando, llegados a los años sesenta, la incipiente globalización nos abrió las puertas a lo desconocido, ofrecimos al mundo el grotesco espectáculo de un machismo avergonzante tras la turista sueca, de mano de los López Vázquez, Estesos, Pajares y Ozores de turno.
A los casi cuarenta años del régimen franquista le han seguido ya treinta de democracia y los avances en este campo los vemos reflejados tristemente cada día en los telediarios. ¿Qué hemos hecho o qué hemos dejado de hacer en estos treinta años para no haber conseguido avances significativos?.
A las carreras tras las suecas siguió otro espectáculo machista conocido como “el destape” al que acudieron precipitadamente casi todas las famosas del escenario y la pantalla, denigrando la figura femenina hasta dejarla reducida en un simple objeto de deseo y mercadeo. Las prisas por parecernos a los otros europeos e incluso por superarlos convirtió el feminismo en casi una religión y se han ido sucediendo leyes para la igualdad que consagran la desigualdad y conducen al enfrentamiento.
Todos los abusos son malos y el querer imponer en el momento y por la fuerza de la ley lo que la sociedad debe digerir lentamente con el trascurso de los años es una equivocación. Las sentencias judiciales en divorcios, custodia de menores y prestaciones económicas han hecho tantos estragos en los derechos individuales, siguiendo al pie de la letra la doctrina de la nueva religión feminista, que han provocado el nacimiento de asociaciones de hombres afectados por la discriminación y la injusticia.
La igualdad no se consigue por decreto, ni con cuotas ni con ministras de la cosa. La igualdad se consigue con la educación no con la fuerza y aquí se han invertido las razones que conducen a un proceso dilatado y sin sobresaltos. Se ha querido hacer en cuatro días lo que en nuestro entorno europeo ha costado dos siglos, pero en esos cuatro días no ha habido ni intención ni tiempo suficiente para que la sociedad española evolucione culturalmente hasta unos niveles mínimos de permisividad, todo lo contrario, nuestro sistema educativo es el peor de la Europa occidental y el fracaso escolar es manifiesto. Se ha impulsado la creación de una sociedad inculta de culebrón televisivo y telebasura; una sociedad despersonalizada, de “trepas” sin escrúpulos, de personas individualistas y egoístas. Se han destruido muchos de los principios que regulaban la convivencia pacífica. Con este panorama es muy difícil que podamos entender las razones por las cuales el hombre y la mujer deben tener los mismos derechos y obligaciones. Basta echar un vistazo al mapa para comprobar que la violencia está más arraigada en las Comunidades más atrasadas y en los suburbios de las grandes ciudades o ciudades dormitorio donde precisamente se alcanzan los niveles culturales más bajos. No se consigue la igualdad poniendo faldas a los hombres en los anuncios televisivos sino educándolos para una nueva forma de vida en un mundo completamente distinto. La revolución femenina triunfará porque es justa y lógica pero el tributo que aquí va a tener que pagar será demasiado caro solo porque los gobiernos y la sociedad no han hecho bien los deberes.
Paco del Hoyo
("6 Flores" Diciembre 2008)


PREGÓN DE LAS FIESTAS DE MOROS Y CRISTIANOS DE QUINTANAR DE LA ORDEN

Mis queridos paisanos y amigos quintanareños:

Es un gran honor para mí poder estar con todos vosotros en el comienzo de las Fiestas de San Juan, Moros y Cristianos de este excepcional año 2.004 y asumo el reto de convertir en palabras de esperanza la triste realidad de los recientes acontecimientos.

Quiero que este pregón del año 2.004 al tiempo que anuncia una fiesta tradicional, popular y participativa , sirva para anunciarnos también la existencia de nuevos caminos, no exentos de dificultades y que, aún a tropezones, habremos de recorrer en el futuro más próximo si pretendemos que nuestra entrañable celebración mantenga intacta su propia esencia, sin que nadie pueda jamás establecer una similitud entre lo que fue y lo que está empezando a ser , si no impedimos que lo sea, la convivencia civilizada y enriquecedora entre dos mundos, el musulmán y el cristiano que en la individualidad y en el parsimonioso acontecer del día a día encuentran siempre más semejanzas que diferencias.

Ninguna de la religiones que sustentan espiritualmente los dos mundos nació beligerante. Las dos hablan de amor, de respeto y tolerancia. Las dos establecen principios morales y normas de conducta y ambas acotan las parcelas a las que la flaqueza de la naturaleza humana es más proclive. Su debilidad, como la de cualquiera de las otras religiones monoteístas se esconde tras la defensa del principio de exclusividad. La utilización de los términos “único” y “verdadero” o algún otro de igual parecido, han puesto en boca del hombre la excusa de utilizar el nombre de su Dios, “Único” y “Verdadero” para satisfacer sus ambiciones de poder y riqueza, amañando y convirtiendo los textos sagrados en auténticos manuales de guerra. Ésta y no otra fue la verdadera causa de las Cruzadas y ésta fue sin lugar a dudas la que inspiró la rápida expansión del Islam.

Nosotros nos hemos reunido aquí para rememorar y celebrar 781 años de guerras, crueldades, desavenencias y alborotada coexistencia pero también de permisividad, convivencia, mestizaje, hermanamiento, trabajo, intercambio, cultura; todo lo malo y lo bueno del choque de dos civilizaciones desconocidas entre sí; una procedente del Norte europeo y la otra del Norte africano.

Extremadamente bárbara la primera, no llegó a implantar su diversidad cultural porque halló más comodidad en la asimilación de una cultura romana, muy superior a la suya en todos los órdenes y de cuya mezcla nacería la nueva sociedad hispano visigoda.

Se impuso la segunda por su bagaje cultural más amplio, propiciado por la relación de vecindad con los imperios y culturas del medio y próximo Oriente y por las relaciones comerciales con los pueblos y reinos del Oriente lejano. La sociedad musulmana aventajaba a la cristiana en conocimientos y fue cantera de sabios inigualable en todo el mundo conocido. No se había conocido mayor esplendor desde los poetas, filósofos y emperadores de la Hispania romana. La sociedad cristiana dormía un profundo letargo cultural con alguna honrosa excepción de estudiosos clérigos, escondidos entre los fríos muros de algún monasterio.

Nuestra celebración se repite cada año con un significado auténticamente positivo. Evocamos lo bueno de cada cultura y lo mejor de la mezcla resultante de ambas. Salvo los episodios más virulentos protagonizados por las oleadas de fanáticos que en varias ocasiones cruzaron el Estrecho, la relación entre moros y cristianos no fue muy diferente de la que existió internamente en cada bando y cada uno aprovechó la debilidad del otro para afianzarse o expandirse y lo mismo hicieron, y con saña, entre ellos mismos.

Hoy el mundo islámico está en crisis. Anclado salvo alguna excepción en un sistema feudal obsoleto, con una población empobrecida e inculta, adoctrinada y manejada hasta límites insospechados por un estamento clerical muy poderoso, que nos trae a la memoria el recuerdo de nuestro pasado más tenebroso.

Culpan a nuestro mundo occidental de su calamitoso estado de involución. Eso es insostenible hoy en día pero no está exento de razón cuando se refiere a nuestro pasado más próximo. Los imperios coloniales hace ya que desaparecieron pero su herencia persiste y con ella sus intereses. Algo hemos hecho mal o hemos dejado de hacer para haber llegado a esta peligrosa situación de complicados análisis y más que difíciles soluciones. Entre el Islam y Occidente el abismo es cada día más profundo y quizás hagan falta muchas generaciones y no menos sacrificios para superar en el futuro lo que nosotros ya hemos recuperado y celebramos del pasado.

Deseo que nuestra fiesta sea el escaparate de la convivencia y el respeto; de la admiración por todo lo que en este mundo une y enriquece. Habrá quién sostenga que conmemoramos la victoria de los unos sobre los otros pero esto no es así. Pensar de esta forma significa quedarse en lo superficial. El remate folclórico de una contienda de siglos es solo eso, folclore. Lo nuestro es mucho más profundo. Es avivar la llama que subyace en lo más hondo de nuestras almas y no renunciar a ninguna de las circunstancias que contribuyeron a que hoy seamos lo que somos.


                                        Al Andalus, inmerso en tu grandeza
                                       de vergeles, agua y luz, contemplo
                                       que el brillo de tu sol es más intenso
                                       y las estrellas pregonan tu riqueza.

                                      Hurí quintanareña , despereza,
                                      pon tus mejores sedas y postizos
                                      que Dios prendado está de tu belleza
                                      y Alá quiere adornar su paraíso.


Paco del Hoyo, primavera de 2.004
(Leído por J.C.T. en las Festas de Moros y Cristianos de Quintanar de la Órden)

jueves, 19 de marzo de 2009


EPÍSTOLA A LA “PEÑA DE LA PLANTA NOBLE”
Historia de San Valentín

Nota: La "Peña de la Planta Noble" está formana por un grupo de compañeros que, trabajando para un Banco, ocupaban la primera planta del edificio a la que denominaron "Planta Noble"  . Cuando el Banco se deshizo de este edificio, los componentes de la peña fueron dispersados por otras dependencias en Albacete y de tarde en tarde se reunen para recordar viejos tiempos. No es un club masón ni tiene otras connotaciones que las antes citadas. El autor de esta entrada no entiende el por qué de tantas visitas, casi 700 sobre un total de 5.000 en todo el blog. Si hay alguien que pueda dar alguna pista, se le ruega haga un comentario a la misma.

Queridos hermanos:
“La voz popular ha hecho de este santo el patrón de los enamorados, posiblemente porque durante estas fechas en los países nórdicos los pájaros se aparean o porque, según una tradición, en el tiempo en que vivió san Valentín, en el cual la religión cristiana estaba perseguida, él, a escondidas, casaba a las parejas bajo el ritual de la Iglesia. Algunos creen que es una fiesta cristianizada del paganismo, ya que en la antigua Roma se realizaba por este tiempo la adoración al dios del amor, cuyo nombre era Eros y a quien muchos simpáticamente le han pasado a llamar Cupido. También, y hace muchos siglos, fue tradicional en Inglaterra (se calcula que en los siglos XVII y XVIII) la "fiesta de los valentines", donde se elegían a hombres y a mujeres para formar pareja. Sea como fuese, San Valentín casi por sorpresa suya, es el patrón de todos los enamorados y de todas aquellas personas que quieren tener a una amiguita o a un amiguito para que les acompañe no solamente en ir al cine, a la discoteca o bien a cenar, sino también para formar una familia "ser felices y comer perdices".

San Valentín goza de mucha popularidad sobre todo en los países de habla inglesa: Estados Unidos y Gran Bretaña y también en buena parte de todo el continente europeo. Desgraciadamente, los grandes centros comerciales aprovechan para hacer del 14 de febrero (fecha de la onomástica del santo) un gran dia de consumismo, al estilo de la Navidad, y una semana antes de la fiesta ya anuncian todos sus productos como si fuera el fin del mundo.

¿Pero... quien fue San Valentín? La verdad es que hay muy poca cosa de él. Sabemos que era un sacerdote que nació en Roma a mediados del siglo III y que gozó de un gran prestigio en aquella ciudad hasta el punto que el emperador Claudio II lo invitó a su palacio para mantener una conversación y conocer de esta manera el porqué de su fama. Según la tradición, Valentín aprovechó aquella ocasión para hacer "propaganda" de la religión cristiana y convencer al emperador para que siguiera los pasos de Jesús. Aunque en un principio Claudio II se sintió atraído por aquella religión que los mismos romanos perseguían, los soldados y el propio Gobernador de Roma, Calpurnio, le obligaron a desistir y organizaron una campaña en contra de nuestro santo. Claudio no tuvo más remedio que hacer marcha atrás y mandó a Calpurnio que lo procesara. Pero aquella misión la llevaría a cabo el lugarteniente del gobernador, Asterius. Cuando fue llevado ante él, éste se mofó de la religión cristiana y puso a prueba a Valentín. Bajo un tono de burla, le preguntó si sería capaz de devolver la vista a una hija suya que era ciega de nacimiento. Valentín aceptó y en nombre del Señor obró el prodigio. Asterius y toda su familia se convirtieron al cristianismo, pero Valentín no se salvó del martirio, ya que temiendo una rebelión del ejército romano y de los paganos, el emperador lo mandó ejecutar. Era el año 270.

Los restos mortales de San Valentín se conservan actualmente en la Basílica de su mismo nombre que está situada en la ciudad italiana de Terni. Cada 14 de febrero se celebra en dicho templo, una acto de compromiso por parte de diferentes parejas que quieren unirse en matrimonio al año siguiente”.

Bueno, ya sabéis quién era San Valentín, patrón , dicen de los enamorados. Cuando llegue el momento os diré quién era San Marcos, patrón de los cabrones o San Agapito y San Tito, mártires del culo y vírgenes del pito.

Pero San Valentín como patrón del enamorado de su media naranja se me queda corto. Yo propongo que San Valentín sea el patrón de todos los que están enamorados de algo, no solamente de su pareja; por ejemplo, de los enamorados del Banco, que haberlos haylos; de los enamorados de la luna, algunos de los cuales celebran también San Marcos; de los enamorados de sí mismos, que ese día suelen meterse el dedo en el culo; de los enamorados de la Vicepresidenta, para cuya enfermedad no existe remedio; de los enamorados de la comienda, la bebienda y la jodienda, porque de ellos será el reino de los cielos; de los enamorados de mí, para los cuales y sin importarme el sexo, tengo las puertas abiertas (maricones abstenerse); en fin, de todos los que aman la ciencia, la ecología, el arte, a los animales, a Zapatero, a las putas, a los Obispos y a todas cuantas cosas, buenas y malas, conforman esta puta vida.

Dicho esto os convoco a celebrar San Valentín no en su día, que está reservado para la pareja, sino el MARTES DÍA 13, a las 14,30 en el lugar de costumbre.
No se va a preguntar a nadie qué amor secreto celebra al margen o a espaldas del de la pareja; si alguno estuviera dispuesto a confesarlo, que lo haga al principio y así no se hablará de negocios.
El menú será a base de entrantes o "paraentrantes", rabitos de jabalí huérfano, bolitas de pezón de novicia y agujeritos negros estelares. Luego un segundo de pierna, entrepierna, sobrepierna, bajopierna o pernil y a los postres mermelada de coñíferas; champán, café, copa, puro y fantasía, eso sí, mucha fantasía...

Paco del Hoyo


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EL AIRE DE SISANTE ...

Quién iba a pensar cien años atrás que nuestro molino de viento, que nunca llegó a serlo porque jamás fueron instaladas sus aspas y sus ruedas, tendría una descendencia tan numerosa como provechosa .
Quién podría imaginar, cuando en los años cuarenta del pasado siglo la central de El Picazo nos parecía un reto inigualable en obra civil y tecnología, que su producción de energía eléctrica se viera multiplicada por veinte, con unas instalaciones mucho más sencillas que utilizan tan solo la fuerza del viento.
Bueno, pues lo cierto es que de ser un modesto productor de trigo, vino y aceite, Sisante se ha convertido en uno de los mayores productores de energía eléctrica de Castilla La Mancha y cuenta con el mayor parque eólico de la Región.
La instalación cuenta con cuatro parques de 33 aerogeneradores cada uno, que suman un total de 132 y que toman el nombre del paraje donde están ubicados; de saliente a poniente: “Cuesta Colorada”, “La Muela”, “Cerro del Calderón” y “Cerro del Palo”. (En adelante hablaré del “Parque de Sisante” englobando los cuatro)
En total, la potencia instalada es de 198 MW (megavatios; miles de Kilovatios o millones de Vatios), lo cual no nos dice mucho, pero si lo comparamos con la central eléctrica de El Picazo, que tiene una potencia de 10 MW, vemos que el parque de Sisante produce veinte veces más energía eléctrica y casi cuarenta veces más que la central de La Losa.
Cada KW (Kilovatio) instalado en el parque de Sisante equivale al consumo normal de una familia, por lo que el parque produce la energía eléctrica capaz de satisfacer el consumo de 198.000 familias.
Los 132 aerogeneradores (molinos) son de la clase 1500 de General Electric Wind Energy, modelo GEWE 1,5. Cada uno produce un rendimiento anual de 3,5 millones de Kw/h. (Kilovatios hora) a una velocidad media del viento de 6 m/s. (metros por segundo) a la altura del buje y durante 2.500 horas al año aproximadamente.
Los elementos de cada “molino” son los siguientes:
LA TORRE, de forma cónica y fabricada en acero. Está dividida en tres tramos, con una altura total de 80 metros. Tiene un tramo largo de escalera y al final un montacargas que accede al aerogenerador.
EL ROTOR, Cada aerogenerador dispone de un rotor con tras palas, de 77 metros de diámetro que barren una superficie de 4.657 metro cuadrados y gira a una velocidad de entre 10 y 18 rpm. (vueltas por minuto).
LAS PALAS, , miden 37,3 metros de largas y están fabricadas con fibra de vidrio. Giran también sobre su eje para situar su plano en el mismo sentido del viento y detenerse.
EL GENERADOR, tiene 1,5 Kw. (Kilovatios) de potencia. Genera una tensión de 690 V. (voltios) girando entre 1.200 y 1.800 vueltas por minuto. Al pie de la torre hay un transformador que eleva a 20.000 V. la tensión de salida para transportarla bajo tierra hasta la subestación.
ORIENTCIÓN, los aerogeneradores disponen de un sistema automático de orientación según la dirección del viento. Están situados formando alineaciones de Norte a Sur a una distancia aproximada de 120 metros entre ellos.
El de “Cuesta Colorada” es el que se ve por encima del “Monte”, entre Sisante y Tébar. Tiene tres tramos con 16, 10 y 7 aerogeneradores, orientados el primero de Norte a Sur y los otros dos con un aligera variación al Suroeste.
El de “La Muela” tiene cuatro tramos muy separados entre sí, de 12, 9, 7 y 5 aerogeneradores, orientados de Norte a Sur. El situado más al Sur es el que se ve solo al otro lado de la carretera de La Atalaya y cuyo acceso está acondicionado para las visitas educativas programadas. Queda despejada toda la zona donde se encuentran las torres de comunicaciones de Telefónica, Ejército del Aire y móviles.
El del “Cerro del Calderón” tiene cuatro tramos de 7, 4, 9 y 13 aerogeneradores, orientados los tres primeros de Norte a Sur y el cuarto ligeramente desviado al Suroeste.
El del “Cerro del Palo” está situado al Oeste, conformado con un tramo único con los 33 aerogeneradores, orientados los veinte primeros de Norte a Sur y el resto hacia el Suroeste.
Tienen un sistema de control, que permite una salida de potencia constante transformando las irregularidades del viento y dispone de dos sistemas de frenado. El aerodinámico, para cuando el viento es muy fuerte, hace girar va las palas sobre su eje situando su plano en la misma dirección del viento, ofreciendo solo la resistencia necesaria para mantener el número de vueltas establecido. El mecánico se acciona cuando en el aerogenerador se están realizando trabajos de mantenimiento.
Están dotados de un sofisticado sistema de insonorización y llevan incorporado un pararrayos en los extremos de las palas.
La tensión de salida de cada aerogenerador es de 690 V. que se transforma a 20.000 V. en los transformadores instalados al pie de cada torre y mediante un tendido subterráneo de 10 Kms. se transporta la energía hasta la subestación, donde se transforma a 132.000 V.. Desde allí se transporta mediante un tendido aéreo de 6 Kms. hasta conectar con la línea de Iberdrola de Olmedilla a Villarrobledo.
Hemos llegado al final de este recorrido por el parque sisanteño y, si bien es verdad que nos ha cambiado la imagen de “La Muela” y “El Monte”, ha producido accidentes en la autovía por despiste y según algunos favorece la caza furtiva, lo cierto es que se trata de una fuente de energía limpia y barata, que deja un puñado de millones a los propietarios de la tierra y al Municipio.
Si alguien, no obstante, quisiera disfrutar de la vista de “La Muela” sin molinos, puede hacerlo en los numerosos días en que la niebla se deja caer en las últimas curvas de la cuesta y si quiere fotografiar el pueblo sin ellos, puede hacerlo perfectamente desde las cruces del Calvario, junto al molino de viento.


Recordáis aquella copla que cantaba:
                                    “Con el aire que lleva la Valentina,
                                    con la teta derecha rompe una esquina
y que ahora continúa:
                                    “Y allá en la Muela,
                                    los molinos de viento encienden candela.
                                    ¡Ay que Sisante!,
                                    que hasta el aire que tiene mueve gigantes”


Paco del Hoyo (“6 Flores”, Verano 2004)

LA “NACIONAL 310


                                                     La N-310 a su paso por Sisante

                                                LA “NACIONAL 310”
Se cumplen ahora veinticinco años de aquella triste mañana del 2 de Octubre de 1.979, en la que un hombre justo, agricultor de vocación, alegre, desprendido y respetado y querido por sus paisanos, Benjamín, fallecía a consecuencia de la temeridad e impericia de un camionero irresponsable e insensato.
Era casi medio día, sentado en el remolque se le veía contento por el buen año de uva . Habíamos descargado en la bodega y volvíamos a la hora de suspender la faena para comer.
Una ancha recta , completamente llana, de varios kilómetros, tráfico escaso, visibilidad total. Sin saber cómo ni por qué, un camión que nos sigue se nos echa encima. No vimos nada, solo caos, aturdimiento, muerte ...
Aquella mañana me acompañó la suerte igual que ahora me acompaña imborrable y persistente el recuerdo.

Otro tributo de sangre se cobraba de nuevo la N-310. Yo la recuerdo de tierra en los interminables viajes a San Clemente en el “Pepito” de Bartolo. Después alguien pensó contradecir el arcaico trazado radial y buscar el atajo de Andalucía a Levante, Mancha por medio, y creó el monstruo, eternamente insatisfecho a pesar del más de un centenar de vidas perdidas en su lengua de asfalto.
Los osos del Hosquillo y los ciervos de Cabañeros gozaban de más protección que los miles de agricultores manchegos, obligados a jugarse diariamente la vida en esa y otras carreteras similares, que antaño fueron caminos que les arrebataron en aras a la modernidad sin alguna reparación.
Argumentos hay de sobra para defender la modernidad y la tradición. Nadie pone en duda la necesidad de modernas carreteras que faciliten el desarrollo de los pueblos, pero ningún responsable pensó en la necesidad de hacer caminos paralelos que facilitasen el desplazamiento, diario y numeroso, de tantos y tantos hombres del campo.
La N-310, considerada para colmo como vía rápida, es un ejemplo más del mal gobierno que llevamos sufriendo en esta artificial mezcolanza que llamamos Castilla la Mancha. En Manzanares, Argamasilla, Tomelloso, Villarrobledo, San Clemente, Sisante etc. son en estas fechas centenares de tractores cargados de uva los que circulan entre miles de camiones de gran tonelaje, unos con la señal luminosa a la vista, en otros casos oculta y en algunos apagada.
Miserables arcenes, en muchos casos de menos de un metro. Igualmente miserable la señalización para la noche o los días oscuros y de niebla, tan frecuentes. Vergonzosa la ausencia de caminos paralelos alternativos, por lo menos en los diez kilómetros anteriores y posteriores a cada `pueblo. Mas vergonzosa todavía la pasividad de las autoridades autonómicas, que justifican su dejadez en el argumento de la “titularidad”, que es estatal en este caso, olvidando que los muertos y sus familias son manchegos. Cada muerte debería hacer reflexionar y concienciar a todas las autoridades políticas y técnicas responsables. La N-310 es una sangría continuada de vidas por la que nadie parece estar preocupado.

Los agricultores también deben asumir su parte de responsabilidad y aceptar que la circulación por una vía rápida, atestada de camiones, requiere adoptar unas medidas y unos hábitos diferentes a cuando se circula por un camino. Son numerosos los tractores que colocan la señal intermitente de forma que si se ve por delante no se ve por detrás y al contrario, o enganchan remolques cuya altura es superior a la de la señal luminosa. Son también muchos los que acoplan aperos que sobresalen excesivamente por los lados sin ninguna señal que lo advierta. Muchos también los que, entre luces, olvidan llevar encendidas las necesarias etc. etc. No me estoy inventando nada. Es la realidad que me encuentro cada día en mis numerosos viajes por esta y otras carreteras “CM” de Albacete, Ciudad Real y Cuenca.
La N-310 ha podido suponer en algún momento cierto respiro en la economía de los pueblos que atraviesa; no en el nuestro desgraciadamente; pero sus bastante más de cien muertos son un tributo innecesario que debería quitar el sueño a más de un responsable y hacer cambiar las costumbres de más de un usuario.
También a ella le va a llegar su fin en un futuro muy próximo. La nueva autovía que ya viene de Ciudad Real hasta La Atalaya habrá supuesto la muerte de la N-310. No creo que en Sisante vayamos a derramar ni siquiera una lágrima por ella.

Quiero terminar recordando e invitándoos a recordar aquella triste vendimia de 1.979 en la que nos abandonaba mi suegro y a todos aquellos vecinos nuestros que cayeron en similares circunstancias.
Tan grande es el horror que me produce tanta muerte innecesaria como el que me subleva cuando pienso en los políticos y técnicos que, instalados en la poltrona, convierten cada una de ellas en un simple dato estadístico.

                                                                                                          Paco del Hoyo
                                                                                                  (“6 Flores”, Otoño 2004)

PREGÓN DE LA FERIA 2.002 SISANTE



La Placeta con la fuente ya desaparecida

PREGÓN DE LA FERIA 2.002 SISANTE
Sra. Alcaldesa, Autoridades locales, Reina y Damas, queridos amigos y vecinos de Sisante:

Una noche de finales de Julio, allá sobre las doce, suena el teléfono en casa y alguien me anuncia que la Alcaldesa desea hablar conmigo.
Oigo el teléfono al otro lado. “Buenas noches Paco, tengo que darte una mala noticia”. “Hola Casilda, tú dirás.” “Mira, hemos pensado que tienes que hacer tú el pregón de la Feria este año, ¿qué te parece?.” “Bueno pues, no sé, yo creo que, en fin...que al final esta noche estoy ante vosotros para invitaros a que nos pongamos en marcha porque vamos de fiesta.

Es muy de agradecer que el pregón de la Feria, cuya costumbre arranca de pocos años atrás, sea encomendado habitualmente a un hijo de Sisante o a personas vinculadas meritoriamente al pueblo. Los nuevos Consistorios han debido valorar y considerar el potencial del pueblo para dar oradores, a sabiendas de que hay en Sisante mucho latín metido entre pecho y espalda. Alguien hasta dijo que había en Sisante más latín que en Roma y no en vano, en los años cincuenta y sesenta, las pláticas y sermones de los aspirantes a cura constituían una auténtica competición. Recuerdo uno de ellos que en cierta ocasión oficiaba como ayudante de D. Pablo en el convento; llegada la hora de la homilía se volvió hacia los asistentes, balbuceó algunas palabras durante un par de minutos y con un “Ave María Purísima” se volvió de nuevo hacia el altar. El Espíritu Santo debió fallarle y a la familia les dio un soponcio.

A diferencia de los pregoneros de oficio, que pasean de pueblo en pueblo un discurso manoseado, del que solamente cambian el nombre del pueblo y del Santo; el pregonero local, que normalmente no vive de la prédica, suele transportarnos a tiempos de los que cada uno guardamos buenos recuerdos, pero que con el ajetreo de cada día resulta trabajoso hacerlos presentes.

Vamos a dar comienzo a las fiestas patronales del año 2.002; un año que, aparte de ser capicúa, no tiene un significado especial respecto a los anteriores o a los venideros y voy a centrar mi pregón en hablaros exclusivamente de las fiestas en general y de la Feria en particular.

Voy a intentar reducir los relatos nostálgicos, que a la mayoría de los jóvenes no dicen nada y que para la mayoría de los viejos son una constante dedicación. Pero sí quiero hacer una apreciación sobre el Sisante de mi infancia y juventud, porque cuántas veces, cuando veo que se ha hundido una tapia siento que se está enterrando un recuerdo. Creo que nos ha pasado a todos, seguramente cuando hemos remozado nuestras casas o hemos visto la transformación de calles y fachadas o la desaparición de edificaciones singulares.

En general y salvo lo que ha supuesto un duro golpe contra el patrimonio cultural, artístico o arquitectónico del pueblo, como por ejemplo la casi desaparición de la Ermita de San Bartolomé, la demolición del teatro de Herrera, la absurda e innecesaria transformación de la esquina del huesario o la pérdida de la capilla del antiguo hospital en la calle de D. Herminio, Virgen incluida; digo que, en general el total del pueblo presenta un estado de permanente transformación y renovación, en su mayor parte positiva, aunque no exenta de detalles de mal gusto como la incorporación de fachadas de corte levantino, pero que en conjunto ofrece una imagen nueva, adecentada y limpia como nunca la había tenido. Ello compensa en parte la nostalgia de mis recuerdos enterrados.

Vuelvo al hilo del pregón recordando que las fiestas de carácter religioso, se vienen celebrando desde la antigüedad en honor del Santo o los Santos que cada lugar o comarca consideraba más de su conveniencia en razón de los favores o milagros recibidos de los mismos o bien en recuerdo del Santo del día en fechas históricas de batallas o conquistas.

Las fiestas patronales, en nuestro entorne agrícola manchego, normalmente se celebraban a finales de verano o principio de otoño, una vez que habían terminado las labores del campo propias de la temporada. De tal forma que las fechas del 15 de Agosto con la celebración de la Asunción de Nuestra Señora; el 24 de Agosto en honor a San Bartolomé, que en Sisante posiblemente fuera la fiesta patronal antes de la llegada del Nazareno del convento; el 8 de Septiembre celebrando el nacimiento de la Virgen o el 14 de Septiembre en que la Iglesia dedica a la exaltación de la Cruz, son días en los que la mayor parte de los pueblos de características parecidas al nuestro están en plena ebullición festera. Otros pueblos con fiestas patronales de menor arraigo optaron por trasladarlas a fechas coincidentes con el periodo vacacional para congregar el mayor número de visitantes, dándose la circunstancia de que en algunos de ellos han tenido que regresar a sus orígenes por haber constituido el cambio un auténtico fracaso.

El cambio de un Estado confesional a un Estado laico ha supuesto la desaparición de la mayoría de las fiestas de carácter religioso y celebración nacional. San José, el Corpus, San Juan, San Pedro o Santiago han sido los más perjudicados, quedando limitados a los lugares en que son fiestas patronales arraigadas.

Si el cambio de un modelo de Estado a otro ha supuesto la desaparición de muchas festividades religiosas, los profundos cambios y transformaciones sufridas por nuestra sociedad en los últimos treinta o cuarenta años, han traído consigo una evidente modificación en los planteamientos, el contenido y hasta en la misma esencia de las fiestas.

Mi generación ha sido protagonista a la vez que testigo en todos estos avatares y quiero por ello, recordando sus vivencias, hacer un breve recorrido descriptivo de lo que fue para nosotros la feria de nuestros mejores años.

Recuerdo las “barcas” del “Sardina” y su pequeña noria manual posterior. “El Sardina” fue toda una institución en la feria de nuestros primeros años como creo que lo fue la “Choza de Magua” para los mayores, del mismo modo que la rotura de pucheros y la carrera de cintas, única programación infantil en aquellos tiempos y que aún perdura. Dejamos fuera al toro. El “toro carretilla” es consustancial con la Feria. Es el alma de la feria.

Conforme pasaba el tiempo, pasábamos nosotros también de las “barcas” al “tiro pichón”, primero con aquellas grandes bolas de anís hasta llegar a la prueba de habilidad del palillo con el cigarro. Con este entretenimiento, algún que otro churro , un polo del “Marquesillo” y la práctica del “más difícil todavía”, que era “colarse” en el futbol, los toros o la verbena, transcurría cualquier día de feria en aquella edad que suponía el final de los cromos y las bolas y el principio de la verdad, es decir, de las guachas.

Cuando nos dimos cuenta de que “El Sardina” además del “tiro” y las “barcas” tenía dos hijas preciosas, se abrió para nosotros otro mundo, en el cual no habíamos reparado antes y que a partir de ese momento sería razón de vida y causa de nuestras preocupaciones y desvelos.

Sin salir de la feria y llegado a este punto, las guachas ya florecidas o estando en ello, nos llevan, en vez de por la calle, por la “plaza de la amargura”; plaza arriba, plaza abajo, “sacando zaques, como se dice”, detrás, delante, al lado, de cerca, de lejos; todo menos encima o debajo, que eran entonces posiciones prohibidas. Las seguimos insistentemente en continua procesión que termina al llegar a la puerta de la verbena. Ellas pasan, nosotros no. Ellas, como decía, unas florecidas, otras floreciendo y otras en vísperas, todas pasan. Son el reclamo. Nosotros por no sé qué problema de la moral y la conciencia de no sé quién, nos quedamos en la calle. La verbena espectáculo no es apta para algunos menores. Era la primera dificultad con que nos encontrábamos en el difícil recorrido por una edad entra la niñez y la “mili”. Una edad que agradaba poco a las “sotanas” y a los guardianes de la moral de entonces.

Llega por fin la edad mágica, ese momento maravilloso en el que te has embadurnado el pelo con brillantina y te has dejado los cuatro pelos del bigote y ya, con la entrada en la mano te dispones a pasar y notas como el portero te mira de arriba abajo, hace un gesto que refleja sus dudas y al final te dice: Pasa. Una vez dentro, con ojos de lechuza buscando la presa, descubrimos amargamente que las que se sonreían con nuestros requiebros o miraban de reojo al cruzarnos en la plaza, están en manos de otros a los que el destino ha obsequiado con nacer dos o tres años antes.
Las que habrían de ser las nuestras estaban todavía vistiendo muñecas, ajenas completamente a lo que les esperaba.

Después de costarnos Dios y ayuda conseguir dinero para la entrada del baile y poner cara de “quinto” ante el portero, perdemos la única ocasión de ponerles una mano encima, lo que ya no será posible al menos hasta el baile de las Pascuas. En fin y resumiendo, todo un desastre.

Acaba de entrar en juego otra de las muchas dificultades a las que me refería anteriormente, el precio de la entrada. De nuevo funciona el reclamo. Ellas “gratis total”, como se dice ahora, en sisanteño “de balde” y nosotros a “tocateja”. El precio de la entrada condiciona mucho la participación de la gente. La verbena, más que unir, separa a los que tienen de los que carecen. Los festejos populares son prácticamente inexistentes. No hay presupuesto municipal para sufragar las fiestas y el toro, la pólvora y la música han de costearse con un reparto domiciliario.

De los dos elementos de la feria que eran multitudinarios, la celebración religiosa con sus misas y procesiones y la celebración social, centrada principalmente en la verbena, la primera casi obligatoria, sin costo ni limitaciones; la segunda, inmoral, pecaminosa y deplorable pero sobre todo lucrativa. De ahí el empeño de mi generación en hacer más voluntario lo religioso y más accesible, festiva, participativa y sin limitaciones la verbena.

Teníamos claro que en la Feria debería haber para todos, sin distinción de edades ni de posibles, como también sabíamos sobradamente que nada podíamos esperar de las Corporaciones de aquella época, de modo que, aprovechando algún momento de mayor permisividad, llegamos hasta a negociar con la autoridad de entonces y proponerle que nos dejara hacer a nosotros lo que desde el Ayuntamiento no se hacía. El asunto no era fácil, había por medio muchos intereses económicos, pero pudo más el empeño de un grupo, que luego fue mayoría, de gente joven, desprendidos de viejos prejuicios de clase y con voluntad de hacerse oír y ser tenidos en cuenta.

Se puso en marcha una maquinaria que dio como fruto la primera verbena de Feria en las Cooperativa. No recuero si fue gratuita o con precios populares y abonos familiares. Simultáneamente se celebraron verbenas en la Placeta para la Virgen de Agosto con el ánimo de obsequiar a los veraneantes. Lo que dimos en llamar la fiesta del turista, que alguien quiso monopolizar para otros fines y al poco tiempo desapareció.

Al tiempo que se organizaba la verbena en la Cooperativa, que coexistió durante dos o tres años con la verbena privada de siempre que terminó por desaparecer, se empezaron a programar actividades para todas las edades. A falta de corridas de toros se torearon vaquillas en el corral de los “Rabotes” que en ocasiones fueron cocinadas para todo el pueblo. Se varió sensiblemente el contenido del programa oficial de festejos que años tras año se iba copiando del anterior.

Aquel movimiento espontáneo de la gente joven del pueblo que dio lugar al nacimiento de las verbenas populares en Feria y Navidades o a las novedosas cabalgatas de Reyes, fue también el embrión de las actuales peñas y el ambiente propicio para que un grupo más reducido, al que tuve el honor de pertenecer, lanzara a la calle la primera revista dedicada a Sisante y sus cosas que se llamaba “6 Flores”. Una publicación que fue foro de opiniones y reflejo del pensamiento de la época a la vez que escaparate de la cotidiana realidad sisanteña y que nunca debió desaparecer.

Quiero terminar este recorrido por las cuatro últimas décadas rindiendo público homenaje a aquellos que por su coraje y dedicación hicieron posible la transformación de las fiestas y en concreto a una persona que fue algo así como el combustible sin el cual no hubiera funcionado el motor que acabábamos de poner en marca. Me estoy refiriendo a “Angel el Torero” cuya honradez, buen hacer y responsabilidad nos abrió muchas puertas en aquella difícil travesía. Su trabajo silencioso, su sencillez y fuerte personalidad, de la que se desprendía una autoridad incuestionable, fueron elementos capitales que hicieron más llevaderas las dificultades del proyecto.

Estamos en los comienzos del nuevo siglo y la transformación sufrida por nuestra sociedad en los últimos años, se están reflejando también en la celebración de las diferentes fiestas del año. Sin abandonar el sentido religioso de sus origen, hay otras características que definen a las nuevas fiestas como son el alto grado de convivencia y participación, el poder de convocatoria para la reunión de las familias, dispersas casi en su totalidad y el motivo para abandonar la urbe despersonalizada y regresar al calor de los tuyos.

Convivencia en la peña, que organiza actividades y festejos, que participa en las celebraciones y que vive al límite cada minuto de la feria. En la Cofradía o en el grupo que organiza una actividad. Es significativo y meritorio el movimiento surgido a consecuencia de la celebración del Jubileo 2.000 , que ha conseguido dar un realce especial a la celebración de la Semana Santa por la creación de nuevas Cofradías y el resurgir de las ya existentes. De seguir manteniéndose el auge de esta celebración, como los días de vacaciones que la complementan, estoy seguro de que a la vuelta de unos pocos años será la fiesta masiva que congregará al mayor número de sisanteños.

La fiesta actual es también la reunión familiar. El regreso de la familia dispersa por el mundo a la sombra de la parra o al fresco de la puerta. Los días fatídicos en los que gallinas y conejas quedan viudas y cuyo duelo celebramos los humanos alrededor de una paella o de un lebrillo de cuerva. Es la hora de congregar tres y hasta cuatro generaciones; de dar a conocer los nuevos novios y novias o estrechar las relaciones con recientes nueras y yernos, lo que mi parienta la “Jabonera” llama “los injertos”. En definitiva, la fiesta se convierte en el motivo que justifica la convocatoria del encuentro.

Pero la fiesta de hoy en día es todavía algo más. Es algo que la ennoblece y garantiza su futuro. La fiesta es el regreso a los orígenes. La búsqueda del eslabón perdido a partir de los años sesenta por esos mundos de Dios de Valencia, Madrid o Barcelona.

No siempre las sociedades de acogida facilitaron el arraigo en ellas de nuestros numerosos emigrantes, ni tal arraigo fue posible en los cientos de poblados periféricos próximos a los cinturones industriales, llenos de emigrados de los cuatro puntos cardinales.

Muchos se fueron sin dejarse nada, solo ríos de sudor en estos campos sedientos. Otros dejaron casa y pertenencias. Muchos no volvieron jamás pero muchos más si lo están haciendo. Unos llenan hasta los trenques la antigua casa familiar y otros compran casa nueva, pero todos buscando el calor humano de la Plaza, del Pozo Viejo, de Los Hoyos, del Convento, del Cerrillo y del Rollo, de San Antón y del Santo Cristo; ese calor imposible de encontrar en los hormigueros de cemento, rodeados de asfalto y de ruidosa soledad.

Vienen en Semana Santa, en la Virgen de Agosto, en la Feria, otros en todas las ocasiones. Traen consigo a sus hijos y a los hijos de sus hijos, mozos estos últimos rondando la veintena, que ya no recibieron el bautismo de agua del Pozo Viejo pero sí el bautismo de fuego del toro carretilla y con ello se hicieron en gran parte sisanteños de vocación.

La fiesta, sea cual sea la época del año, cumple impecablemente con su función de congregar, de reunir, de atraer a su rincón ancestral al sisanteño de la diáspora.

Quiero terminar este pregón diciéndoos que tengo gran esperanza en el futuro de Sisante y más todavía en los que serán sus protagonistas, los jóvenes. Jóvenes hoy mejor formados, dialogantes y solidarios, cuyo reto principal será hacer sólidas unas normas de convivencia equitativas y justas, en una sociedad abierta y plural muy distinta a la que nos ha tocado vivir a nosotros.

Deseo de corazón que de nuestra herencia sepan desterrar lo insolidario, mezquino y egoísta que conforma parte de nuestra tarjeta de identidad. Que vean con claridad que el horizonte está más allá de una linde, de una doctrina o de una idea.

Deseo igualmente que el grado de convivencia, acogida y respeto que serán sin duda la pauta en estos días, sean también la base sobre la que se sustente nuestra vida cotidiana, en la que tanto bueno nos queda por aprender como tanto malo por olvidar.

Os voy a recordar unas frases de la salutación de la Alcaldesa en el programa de fiestas del año pasado que invitan especialmente a la participación:
“Llenad de cal vuestras portadas, de queso y jamón vuestras despensas, de averíos vuestros corrales y de vino vuestras cuevas. Salid a la calle y disfrutad y participad de todo, que vuestra es la fiesta y vuestro el merecimiento”

Haciendo mía esta recomendación de la Alcaldesa, termino con un soneto dedicado a las fiestas tradicionales sisanteñas, algunas de ellas ya desaparecidas:


                                   Aún caliente el rescoldo de la Pascua
                                   revive Enero la fiesta en San Antón;
                                  Jueves Lardero, primera “procesión”
                                  que nos anuncia las de Semana Santa.

                                  Corpus florido, calle engalanada;
                                  olvidados, San Pedro en el portón
                                  del cielo, Santiago en un rincón;
                                  en Agosto, Asunción, Virgen tumbada.

                                  La feria de Septiembre, el Nazareno;
                                  la Virgen del Pilar, de España entera,
                                  y los Santos, que habitan en el cielo.

                                  En Santa Catalina la primera,
                                  y para la Purísima de nuevo,
                                  son con la Navidad tres Nochebuenas.

Os agradezco de corazón la atención que me habéis prestado y os deseo una dichosa e inolvidable feria. Un abrazo a todos.

                                                                                                      Francisco del Hoyo López